miércoles, noviembre 30, 2005
martes, noviembre 29, 2005
lunes, noviembre 28, 2005
Géminis
Terminé la canción de las ciudades y ahora estoy con el dock, de la sánchez. También tengo en la mesa de luz El común olvido, de molloy. Temporada de mujeres. Ayer fui a ver (mi agenda atrasa unas cuantas temporadas gracias al combo: vivir en Córdoba, en un barrio alejado del centro, hasta el domingo sin auto, con bebé de un año, con abuela que lo cuida muy de vez en cuando) Géminis. de Carri. Iba con muchas expectativas (por la crítica, por el tiempo que hacía que quería verla, porque no la conseguía en videos). Está buena, pero me sigo quedando con Martel. El tema común de ésta de Carri y las de Martel: relaciones incestuosas familiares, incesto emocional. Martel es más alegórica, lo siniestro es más siniestro cuando se lo muestra con más sutileza, con más ambigüedad. Carri es demasiado literal para mi gusto. Banegas, como siempre magistral. Idem Fanego. El incesto más peligroso no es el que se da entre los hermanos -por más que se la pasen cojiendo o casi en cámara la mitad de la película- sino entre cada uno de los tres hijos con esa madre pulpo. Carri dice: "Todavía hoy me pregunto si Géminis es una película sobre el amor o sobre la madre. Y a la única conclusión que abordo es que en realidad, estos dos conceptos están unidos y separados por la misma delgada línea que los desborda en sus múltiples miradas. Lucía, esa madre que lleva el discurso de la endogamia, es la más fuerte de todas, la más amorosa, la más débil y la más peligrosa. El resto de los protagonistas la rodean, la odian y la aman, cometen incesto, se van de viaje, callan para siempre, hacen de todo para deshacerse de ella y para no separarse nunca de esta persona tan temible como vulnerable”. Ese es el incesto que no se ve y por eso ése el peligroso -y no el de los hermanos que se desean-, precisamente, porque ese lazo entre esa madre pretendidamente amorosa y sus hijos, mata el deseo.
viernes, noviembre 25, 2005
Post catártico
estoy harrrrta de este trabajo. La secretaria del jefe que me mira mal porque volví a faltar y cuando le llevo el certificado que dice que francisco tiene varicela (aunque en realidad no tiene varicela, según la última visita al médico, sino una gran indigestión) ni siquiera me pregunta cómoe está el bebé. Nadie me preguntó si está bien, o mal, si mejor o peor, a mi vuelta después de dos días sin venir. Y eso que somos siete u ocho. Mal. Qué lugar de mierda. Qué gente de mierda.
Disculpen lectores, no me gustan estos blogs catárticos, ya sé que no hay derecho a pasarles mi mala onda. Pero es viernes, quiero salir descargada y prepararme para los tacos de esta noche y el encuentro con amigos y antes ver a l y a mi hijo y olvidar que existe gente de mierda como esta, oficinas de mierda como esta. Ni que ellos me pagaran el sueldo. Ni que estorbara a alguien con mi ausencia. Es tan pero tan poco el trabajo que hago, que cuando falto, nadie tiene que hacer el más mínimo esfuerzo por cubrirme. Es como si no faltara. Entonces, no entiendo por qué son taaan mala onda. Será porque no me prendo en sus excursiones expiaculpas a llevar caridad a los chicos de las sierras que después publicitan a troche y moche (entiéndase, esto es el Estado y el Estado no puede salvar sus culpas ayudando a una escuelita perdida), será porque aunque no hago el esfuerzo porque se note, se nota que no soy del palo, que soy la única que no entró a dedo, la única que entró porque se pedía una periodista y en el diario me recomendaron (al contrario que el resto, que entró por alguna u otra forma de acomodo político). No sé, no doy más en este lugar. Quiero que algún superhéroe me saque de acá, quisiera tener un papá bueno y poderoso que me ayudara a irme de este lugar, quisiera tener al azar de mi lado y que algo ocurriera, que apareciera otra fuente de trabajo en esta provincieta pobre. Algo que me saque de acá!!! Qué conjuro tendré que hacer? Ya he probado con todos los medios racionales, los modos materiales. Sólo el azar podrá salvarme.
Disculpen lectores, no me gustan estos blogs catárticos, ya sé que no hay derecho a pasarles mi mala onda. Pero es viernes, quiero salir descargada y prepararme para los tacos de esta noche y el encuentro con amigos y antes ver a l y a mi hijo y olvidar que existe gente de mierda como esta, oficinas de mierda como esta. Ni que ellos me pagaran el sueldo. Ni que estorbara a alguien con mi ausencia. Es tan pero tan poco el trabajo que hago, que cuando falto, nadie tiene que hacer el más mínimo esfuerzo por cubrirme. Es como si no faltara. Entonces, no entiendo por qué son taaan mala onda. Será porque no me prendo en sus excursiones expiaculpas a llevar caridad a los chicos de las sierras que después publicitan a troche y moche (entiéndase, esto es el Estado y el Estado no puede salvar sus culpas ayudando a una escuelita perdida), será porque aunque no hago el esfuerzo porque se note, se nota que no soy del palo, que soy la única que no entró a dedo, la única que entró porque se pedía una periodista y en el diario me recomendaron (al contrario que el resto, que entró por alguna u otra forma de acomodo político). No sé, no doy más en este lugar. Quiero que algún superhéroe me saque de acá, quisiera tener un papá bueno y poderoso que me ayudara a irme de este lugar, quisiera tener al azar de mi lado y que algo ocurriera, que apareciera otra fuente de trabajo en esta provincieta pobre. Algo que me saque de acá!!! Qué conjuro tendré que hacer? Ya he probado con todos los medios racionales, los modos materiales. Sólo el azar podrá salvarme.
Balance previo al balance
Hoy pensaba, cuando el 31 de diciembre me toque hacer el balance de este año qué diré?
Otro año más sin volver a la facu, sin terminar la tesis de maestría, sin volver a la docencia, habiendo vuelto al periodismo por sólo dos o tres felices meses
Otro año más en este trabajo del orrrto
Un año en que crié a mi hijo de un año
Un año en que dí la teta, cambié pañales, reí muchísimo con mi hijo
Me compré un auto y volví a manejar luego de varios años y miedos
Me dí una vuelta por buenos aires
Leí muchos libros y ví algunas películas, algunos memorables (Entre copas, El hombre sin pasado, 2046), otros no
Ví decaer mi pelo de manera estrepitosa (coincidió con el fin de la lactancia?)
Tuve algunas buenas cenas con amigos, con buenos vinos
Tuve muchas peleas con l, más de las que hubiera querido
Pinté una pared de mi casa de rojo furioso. Me gustó (es una paredcita, en realidad (un metro y medio de ancho?), con un vano en el centro en el que hay botellas de colores y plantas y se ve una ventana que da al jardín de fondo).Con la viga negra arriba, una columna arena y el techo blanco, no quedó nada mal.
Cumplí diez años de no trabajar más en el página; 20 de haber egresado del Colegio Alemán.
Un año en el que no quise festejar mi cumpleaños (íbamos a ir a cenar con l y después a ver el recital de una amiga. Terminamos discutiendo en la puerta de casa y a dormir)
¿Cómo saldrá finalmente el balance?
Otro año más sin volver a la facu, sin terminar la tesis de maestría, sin volver a la docencia, habiendo vuelto al periodismo por sólo dos o tres felices meses
Otro año más en este trabajo del orrrto
Un año en que crié a mi hijo de un año
Un año en que dí la teta, cambié pañales, reí muchísimo con mi hijo
Me compré un auto y volví a manejar luego de varios años y miedos
Me dí una vuelta por buenos aires
Leí muchos libros y ví algunas películas, algunos memorables (Entre copas, El hombre sin pasado, 2046), otros no
Ví decaer mi pelo de manera estrepitosa (coincidió con el fin de la lactancia?)
Tuve algunas buenas cenas con amigos, con buenos vinos
Tuve muchas peleas con l, más de las que hubiera querido
Pinté una pared de mi casa de rojo furioso. Me gustó (es una paredcita, en realidad (un metro y medio de ancho?), con un vano en el centro en el que hay botellas de colores y plantas y se ve una ventana que da al jardín de fondo).Con la viga negra arriba, una columna arena y el techo blanco, no quedó nada mal.
Cumplí diez años de no trabajar más en el página; 20 de haber egresado del Colegio Alemán.
Un año en el que no quise festejar mi cumpleaños (íbamos a ir a cenar con l y después a ver el recital de una amiga. Terminamos discutiendo en la puerta de casa y a dormir)
¿Cómo saldrá finalmente el balance?
Lista de compras
*atún
*zanahorias (me cuesta horrores, pero horrores, rallarla. Así que es una de las tareas que le dejo a Hilda. Sí, soy una naba)
*queso blanco
*yogurt
*broccolis (es época?)
*frutillas
*aceite de almendras para el pelo
*café (antes de que se acabe, no sea que me ataque la abstinencia)
*coca light
*carne, pimientos y chilis para los tacos de esta noche con l y p
*un par de buenos vinos
*coca light
*pagar el agua de setiembre del departamento que quedó traspapelada
*El dock, de Sánchez
*algo de sylvia molloy
*tabletas de fuji para la habitación de f
*regalo para matilde, la hija de marcela que cumple un año (muñeca?, disco?)
*sandalias verdes (o algo para ponerme en los pies mientras llevo al zapatero mis otros dos pares de sandalias, no puedo venir al trabajo en hawaianas)
*zanahorias (me cuesta horrores, pero horrores, rallarla. Así que es una de las tareas que le dejo a Hilda. Sí, soy una naba)
*queso blanco
*yogurt
*broccolis (es época?)
*frutillas
*aceite de almendras para el pelo
*café (antes de que se acabe, no sea que me ataque la abstinencia)
*coca light
*carne, pimientos y chilis para los tacos de esta noche con l y p
*un par de buenos vinos
*coca light
*pagar el agua de setiembre del departamento que quedó traspapelada
*El dock, de Sánchez
*algo de sylvia molloy
*tabletas de fuji para la habitación de f
*regalo para matilde, la hija de marcela que cumple un año (muñeca?, disco?)
*sandalias verdes (o algo para ponerme en los pies mientras llevo al zapatero mis otros dos pares de sandalias, no puedo venir al trabajo en hawaianas)
rutinas
como todos los días, llego al trabajo a las dos y hago algo así como un desayuno, porque en casa, por la mañana, sólo tomo una taza de café. Entonces, ahora llego a mi trabajo, me instalo en mi pc, prendo la radio (por suerte, estoy sola en la oficina), preparo un café (la virginia sobre, no tolero el instantáneo), un yogurt con cereales y juguito de naranjas. Mientras tanto, reviso correos, contesto mails y navego por mis links. Así pasan las tardes, en el medio hago algún compacto de noticias, voy a ver a f a su guardería, juego un rato con él, le doy una manzana, camino una cuadra bajo los árboles, fumo un cigarrillo y vuelvo a mi pc. Me aburro bastante y espero con ansias las siete de la tarde. Llega la tan esperada hora de salir, pero advierto que el aburrimiento me ha consumido todas mis energías. A veces, a la salida, vamos de tragos, al cine, a ver amigos. Otras, a casa, a la hamaca paraguaya, a jugar con f, a leer algo. El sueño y el cansancio aparecen temprano. Nunca, antes de este trabajo, había imaginado que me iba a pasar a mí, llegar a odiar mi trabajo, la rutina de todos los días.Yo, que había logrado amar lo que hacía. Extraño la facultad, la maestría, vagar por las tardes por las librerías y los cafés del centro, tener una reseña pendiente para escribir para eldiario, las reuniones de edición con el grupo de la revista: horror, me estoy volviendo nostálgica y no me gusta la nostalgia. Prefiero, como dice Matilde Sánchez en su canción de las ciudades, los decadentes a los nostálgicos. ¿devendrá en decadencia mi nostalgia? ¿o habrá otra oportunidad?
jueves, noviembre 24, 2005
la cartera de la dama
Hoy Bestiaria escribió para mí, aunque siempre me siento identificada con algunas cuestiones de sus heroínas, el mail de hoy fue "absoluto". Las linyeras y sus carteras. Quizás lo escribió en diálogo con el mail en el que filleputain habla sobre el interior de su propia cartera. Qué decir de mi cartera que no lo haya dicho ya Bestiaria. En general son grandes bolsos, tela de avión verde, sobre todo cuando salgo con cosas de f. Entonces la cartera lleva pañales, remeritas, mamaderas y demás. Pero hablemos de mi cartera personal, sabiendo que en mi relato, nunca superaré la exactitud descriptiva de bestiaria.
Veamos, la cartera de hoy:
-babero con dibujo de jirafa
-juguito clight de pomelo
-agenda de teléfonos con las hojas sueltas (es nueva, pero vino mal encuadernada) con un tercio de mis teléfonos, los otros tres tercios están diseminados en otras tres agendas que andan dando vuelta en universos paralelos, a veces llevo las tres en mi cartera, otras una sola justo sin los teléfonos que ese día necesitaba. Las otras son: una marrón, con agenda incluida, chiquita, con espirales; una electrónica de la que se me borraron, por descuido, los teléfonos comerciales; una de espirales, también chiquita, con tapas con arabescos de colores. De las agendas suelo ir arrancando las hojas que ya pasaron, en las que seguro, también fueron anotaciones interesantes. El tema de la agenda da para otro capítulo, claro. Pero la cartera de linyera siempre lleva dentro agenda (s) de linyera, posta.
-agenda electrónica
-certificado de vacunación de f
-cigarrillos
-peine
-dni (voy por el septuplicado). Bestiaria no lo mencionó pero apuesto a que ninguna cartera de linyera lleva el dni original. Como después de sacar el septuplicado apareció el sextuplicado, opté por dejar el septuplicado en casa, guardado, y ando con el sextuplicado. O sea, ando con un documento denunciado como robado.
-partículas de tabaco y boletos de colectivo
-papelito de caramelo (nunca van al suelo)
-llaves
-bic suelta
-labial
-papelitos múltiples. En esta oportunidad, a saber: post it con nombre de libro que quiero hojear en libería; dieta para f; seña del auto, en su reverso, unos horarios que ya no recuerdo de qué son, un teléfono de una tal sonia, que tampoco recuerdo quién es. Del otro lado, un cuadrado y un número enigmático: 10 h y debajo $240. (?)
-factura de faros para el auto
-billete de dos pesos suelto
-moneda de 25 ctvos. suelta
-billetera
-En la billetera (mini cartera dentro de mi cartera; la compré grande para tener más"ordenada" mi cartera), encuentro en este mismo instante, haciendo este inventario, el juego de llaves de mi casa que creí perdido (había acusado a mi párvulo de un año y ahora andaba con el juego de llaves de la señora que trabaja en casa); boleta para retirar las fotos que dejé para revelar; tarjeta del peluquero que me hizo el último corte de pelo que me quedó para el orto (pensé enllamarlo a larga distancia para preguntarle a quién le hizo las extensionse con mi antiguo pelo); papelitos de caramelos; anillos, monedas; nota de crédito que también creía perdida, por un sombrerito que le compramos a f; carnets de obra social; entrada al malba y otra para ir a los villagecines a los que no podré ir (sniff); carnet de art, tarjetas personales (de otros, no tengo propia), muuchas; una estampita de san expedito (!!!) yo, que soy atea, comprada en un día de desesperación, como último recurso a ver si me cambiaban de horario!!! (inconfesable, salvo en el blog); teléfono de una posada copada en San Marcos Sierras; papelito con los deseos para el trimestre (cada tres meses nos juntamos en lo de un amigo a quemar un muñeco, le ponemos en los bolsillos papeles con listas de lo que queremos quemar y los deseos los guardamos con nosotros hasta el próximo solsticio o equinoccio. Este ritual fue inventado por nosotros, r y yo, una temporada en la que andábamos en las malas. No sé si es efectivo, pero es bueno verse aunque sea cada tres meses, el fuego consumiendo al muñeco, los buenos vinos y quesos que nos esperan para después de la quemata, y sobre todo, esos papelitos. A mí se me cumplieron algunos. Otros, como el tema del horario, no. Para esto último, no hay conjuro que alcance). (a ver, vamos a chequear el papelito de este trimestre: el primero se cumplió, el último también, los tres del medio están por verse. Falta todavía un mes para el próximos solsticio.)
-Plata (los 50 pesos que me quedaron después de comprar el auto) (sniff)
-una tarjeta personal de una kinesióloga en la que anoté: jugo clight de naranja, agua mineral, números enigma´ticos como 18/1 (o será una fecha?), café, una receta de licuado, un par de nombres de libros.
-recibo por las expensas del departamento que tengo alquilado
-muchos papelitos sueltos con teléfonos de distintos mecánicos que fui recolectando cuando no tenía auto todavía (no pueden negar que soy una chica previsora)
-comprobante de extracción del banco
-tarjetita del hostal de san telmo (snifff)
(Y eso que hace pocos días cambié de cartera, con limpieza incluída)
-foto de l, de cuando tenía 17 años (era la única del tamaño de mi billetera)
-dos fotos mías carnet
-ecografía con f (que ya se borró, por la calidad del papel)
-tarjetas varias de distintos videos
-tarjeta de crédito
-carnet de prensa
Si tuviera una máquina de fotos, les ahorraba la lectura del post. Lo siento, tendrán que imaginar.
Veamos, la cartera de hoy:
-babero con dibujo de jirafa
-juguito clight de pomelo
-agenda de teléfonos con las hojas sueltas (es nueva, pero vino mal encuadernada) con un tercio de mis teléfonos, los otros tres tercios están diseminados en otras tres agendas que andan dando vuelta en universos paralelos, a veces llevo las tres en mi cartera, otras una sola justo sin los teléfonos que ese día necesitaba. Las otras son: una marrón, con agenda incluida, chiquita, con espirales; una electrónica de la que se me borraron, por descuido, los teléfonos comerciales; una de espirales, también chiquita, con tapas con arabescos de colores. De las agendas suelo ir arrancando las hojas que ya pasaron, en las que seguro, también fueron anotaciones interesantes. El tema de la agenda da para otro capítulo, claro. Pero la cartera de linyera siempre lleva dentro agenda (s) de linyera, posta.
-agenda electrónica
-certificado de vacunación de f
-cigarrillos
-peine
-dni (voy por el septuplicado). Bestiaria no lo mencionó pero apuesto a que ninguna cartera de linyera lleva el dni original. Como después de sacar el septuplicado apareció el sextuplicado, opté por dejar el septuplicado en casa, guardado, y ando con el sextuplicado. O sea, ando con un documento denunciado como robado.
-partículas de tabaco y boletos de colectivo
-papelito de caramelo (nunca van al suelo)
-llaves
-bic suelta
-labial
-papelitos múltiples. En esta oportunidad, a saber: post it con nombre de libro que quiero hojear en libería; dieta para f; seña del auto, en su reverso, unos horarios que ya no recuerdo de qué son, un teléfono de una tal sonia, que tampoco recuerdo quién es. Del otro lado, un cuadrado y un número enigmático: 10 h y debajo $240. (?)
-factura de faros para el auto
-billete de dos pesos suelto
-moneda de 25 ctvos. suelta
-billetera
-En la billetera (mini cartera dentro de mi cartera; la compré grande para tener más"ordenada" mi cartera), encuentro en este mismo instante, haciendo este inventario, el juego de llaves de mi casa que creí perdido (había acusado a mi párvulo de un año y ahora andaba con el juego de llaves de la señora que trabaja en casa); boleta para retirar las fotos que dejé para revelar; tarjeta del peluquero que me hizo el último corte de pelo que me quedó para el orto (pensé enllamarlo a larga distancia para preguntarle a quién le hizo las extensionse con mi antiguo pelo); papelitos de caramelos; anillos, monedas; nota de crédito que también creía perdida, por un sombrerito que le compramos a f; carnets de obra social; entrada al malba y otra para ir a los villagecines a los que no podré ir (sniff); carnet de art, tarjetas personales (de otros, no tengo propia), muuchas; una estampita de san expedito (!!!) yo, que soy atea, comprada en un día de desesperación, como último recurso a ver si me cambiaban de horario!!! (inconfesable, salvo en el blog); teléfono de una posada copada en San Marcos Sierras; papelito con los deseos para el trimestre (cada tres meses nos juntamos en lo de un amigo a quemar un muñeco, le ponemos en los bolsillos papeles con listas de lo que queremos quemar y los deseos los guardamos con nosotros hasta el próximo solsticio o equinoccio. Este ritual fue inventado por nosotros, r y yo, una temporada en la que andábamos en las malas. No sé si es efectivo, pero es bueno verse aunque sea cada tres meses, el fuego consumiendo al muñeco, los buenos vinos y quesos que nos esperan para después de la quemata, y sobre todo, esos papelitos. A mí se me cumplieron algunos. Otros, como el tema del horario, no. Para esto último, no hay conjuro que alcance). (a ver, vamos a chequear el papelito de este trimestre: el primero se cumplió, el último también, los tres del medio están por verse. Falta todavía un mes para el próximos solsticio.)
-Plata (los 50 pesos que me quedaron después de comprar el auto) (sniff)
-una tarjeta personal de una kinesióloga en la que anoté: jugo clight de naranja, agua mineral, números enigma´ticos como 18/1 (o será una fecha?), café, una receta de licuado, un par de nombres de libros.
-recibo por las expensas del departamento que tengo alquilado
-muchos papelitos sueltos con teléfonos de distintos mecánicos que fui recolectando cuando no tenía auto todavía (no pueden negar que soy una chica previsora)
-comprobante de extracción del banco
-tarjetita del hostal de san telmo (snifff)
(Y eso que hace pocos días cambié de cartera, con limpieza incluída)
-foto de l, de cuando tenía 17 años (era la única del tamaño de mi billetera)
-dos fotos mías carnet
-ecografía con f (que ya se borró, por la calidad del papel)
-tarjetas varias de distintos videos
-tarjeta de crédito
-carnet de prensa
Si tuviera una máquina de fotos, les ahorraba la lectura del post. Lo siento, tendrán que imaginar.
martes, noviembre 22, 2005
calor agobiante en la ciudad. Pero estoy en casa. Cinco de la tarde. Cuidando a f que tiene varicela. Y aliviada con el diagnóstico, pensé que eran unos mosquitos tremendos que andan por cba. Y el médico que es medio zen y me dice: se gasta mucha menos energía pensando primero lo menos grave, o algo así.
Me compré un auto, después de tantas y tantas vueltas. Todavía no renové el carnét, así que lo está usando l. Creo que lo voy a poder empezar a disfrutar recién cuando lo maneje, cuando vuelva a manejar después de tantos años y de tantos miedos, y cuando se me vaya el agotamiento de estos días de negociaciones, transferencias, electricista, detalles que oh, aparecieron después de comprarlo y demás.
Bueno, este ha sido un post cotidiano y doméstico, pero estoy cansada y con niño reclamando a mi lado.
Me compré un auto, después de tantas y tantas vueltas. Todavía no renové el carnét, así que lo está usando l. Creo que lo voy a poder empezar a disfrutar recién cuando lo maneje, cuando vuelva a manejar después de tantos años y de tantos miedos, y cuando se me vaya el agotamiento de estos días de negociaciones, transferencias, electricista, detalles que oh, aparecieron después de comprarlo y demás.
Bueno, este ha sido un post cotidiano y doméstico, pero estoy cansada y con niño reclamando a mi lado.
viernes, noviembre 18, 2005
¿Pasará, pasará?
Acabo de borrar lo que iba a postear. Lo único que dejé fue la última línea:
Necesito un largo baño de inmersión.... Y un poco de futuro....
Necesito un largo baño de inmersión.... Y un poco de futuro....
jueves, noviembre 17, 2005
Cumpleaños
Hoy, cumpleaños de F, mi hijo. ¿qué más puedo decir? Feliz.
Hace un año, a estas horas, las de la siesta, escuchando a Hilda Lizarazu por la radio. Después, divididos con Mañana de abasto: MI tema. ¿sabían en la radio que ese era "mi" día, "nuestro" día, mi momento? Después entraba el médico y me decía que íbamos a cesárea. Yo, totalmente entregada. La cesárea fue maravillosa, sin miedo, sin dolor, pasó muy rápido, cuando me dijeron que ya estaba yo creía que recién estaban empezando. Y después sentir ese llantito, y verlo a él. Llorar. El médico que me decía, pero tocalo, y yo que no me animaba, hasta que le toqué un piecito. Pensar que iba a amar a esa persona toda mi vida, y que recién lo conocía, y cómo sería ese amor. Y todo tan raro, tan raro llamarlo por su nombre (fue "bebito" por un par de meses), tan raro ver que tenía un rostro suyo, inimaginado unos minutos antes, y un cuerpo y una voz y una mirada. Y empezar a cuidarlo. Eso es lo más. Esa noche, no dormir, traerlo a mi habitación (contra las enfermeras que querían tenerlo en la nursery y darle mamaderas) y no dejar que nadie le diera mamaderas.
Hace un año, a estas horas, las de la siesta, escuchando a Hilda Lizarazu por la radio. Después, divididos con Mañana de abasto: MI tema. ¿sabían en la radio que ese era "mi" día, "nuestro" día, mi momento? Después entraba el médico y me decía que íbamos a cesárea. Yo, totalmente entregada. La cesárea fue maravillosa, sin miedo, sin dolor, pasó muy rápido, cuando me dijeron que ya estaba yo creía que recién estaban empezando. Y después sentir ese llantito, y verlo a él. Llorar. El médico que me decía, pero tocalo, y yo que no me animaba, hasta que le toqué un piecito. Pensar que iba a amar a esa persona toda mi vida, y que recién lo conocía, y cómo sería ese amor. Y todo tan raro, tan raro llamarlo por su nombre (fue "bebito" por un par de meses), tan raro ver que tenía un rostro suyo, inimaginado unos minutos antes, y un cuerpo y una voz y una mirada. Y empezar a cuidarlo. Eso es lo más. Esa noche, no dormir, traerlo a mi habitación (contra las enfermeras que querían tenerlo en la nursery y darle mamaderas) y no dejar que nadie le diera mamaderas.
El rostro
Acá va el texto de Levinas en el que pensaba cuando veía a Sontag por Warhol.
"No sé si se puede hablar de fenomenología del rostro, puesto que lafenomenología describe lo que aparece. Por ejemplo, me pregunto si se puedehablar de una mirada vuelta hacia el rostro, pues la mirada es conocimiento,percepción. Pienso, más bien, que el acceso al rostro es de entrada ético.Cuando usted ve una nariz, unos ojos, una frente, un mentón, y puede usteddescribirlos, entonces usted se vuelve hacia el otro como hacia un objeto.¡La mejor manera de encontrar al otro es la de ni siquiera darse cuenta delcolor de sus ojos! Cuando observamos el color de los ojos, no estamos enrelación social con el otro. Cierto es que la relación con el rostro puedeestar dominada por la percepción, pero lo que es específicamente rostroresulta ser aquello que no se reduce a ella.Ante todo hay la derechura misma del rostro, su exposición derecha, sindefensa. La piel del rostro es la que se mantiene más desnuda, másdesprotegida. La más desnuda, aunque con una desnudez decente. La másdesprotegida también: hay en el rostro una pobreza esencial. Prueba de elloes que intentemos enmascarar esa pobreza dándonos poses, conteniéndonos. Elrostro está expuesto, amenazado, como invitándonos a un acto de violencia.Al mismo tiempo, el rostro es lo que nos prohíbe matar".
"No sé si se puede hablar de fenomenología del rostro, puesto que lafenomenología describe lo que aparece. Por ejemplo, me pregunto si se puedehablar de una mirada vuelta hacia el rostro, pues la mirada es conocimiento,percepción. Pienso, más bien, que el acceso al rostro es de entrada ético.Cuando usted ve una nariz, unos ojos, una frente, un mentón, y puede usteddescribirlos, entonces usted se vuelve hacia el otro como hacia un objeto.¡La mejor manera de encontrar al otro es la de ni siquiera darse cuenta delcolor de sus ojos! Cuando observamos el color de los ojos, no estamos enrelación social con el otro. Cierto es que la relación con el rostro puedeestar dominada por la percepción, pero lo que es específicamente rostroresulta ser aquello que no se reduce a ella.Ante todo hay la derechura misma del rostro, su exposición derecha, sindefensa. La piel del rostro es la que se mantiene más desnuda, másdesprotegida. La más desnuda, aunque con una desnudez decente. La másdesprotegida también: hay en el rostro una pobreza esencial. Prueba de elloes que intentemos enmascarar esa pobreza dándonos poses, conteniéndonos. Elrostro está expuesto, amenazado, como invitándonos a un acto de violencia.Al mismo tiempo, el rostro es lo que nos prohíbe matar".
miércoles, noviembre 16, 2005
hoy hace un año
Un día como el de hoy, hace justamente un año. Yo, con la panza enooorme, sabiendo que faltaba un día para el parto. Fuimos con l a blockbuster y elegimos El hombre sin pasado, una película finlandesa, de kiarosmaki, con unos tangos finlandeses en bandoneón que me recordaron la música de eric laurie (¿algún blogger sabe de quién es la música de esa película?). Vimos El hombre... mientras comíamos pizza a la piedra al roquefort y nos fuimos a dormir en unos colchones en el piso, en casa de mi vieja. Ataque de llanto previo al sueño. El 17 amaneció soleado. Pero eso ya es otra historia.
Viajes
Algunos apuntes más sobre mi viaje a Buenos Aires. Siempre los viajes están asociados a los libros que estaba leyendo en ese momento. Por ejemplo, El agua electrizada de Feiling me remite a aquel viaje a Buenos Aires (el antepenúltimo), a los cafés en los que lo leí, aquel que quedaba a una cuadra de Página 12, a la planta alta de Gandhi mientras esperaba a l, a la cama de la casa de p y g donde estaba alojada, al bar el taller de palermo, a aquel colectivo, ya no recuerdo más el número, a los proyectos que tenía aquel "yo" que hoy no reconozco como mío (a propósito, son interesantes las reflexiones de William James, el hermano de Henry, acerca de la identidad, los yoes y los míes). No puede separarse esa novela de aquella experiencia. El anteúltimo viaje, fue acompañado de varias revistas en inglés, para practicar para un examen que tenía por una beca. Recuerdo especialmente una nota al que inspiró la película de Polanski El Pianista. No pude ver el pianista, a mi regreso, sin dejar de asociar las imágenes de esa película con aquella otra vivida en las calles de San Telmo, próximas a Antorchas, y al bistró Abril, ese con las paredes del baño recubiertas de las más variadas etiquetas de cigarrillos (¿o eran cajas de perfume?). También mi yo de entonces resulta difícil de integrarse a esta que hoy soy, ¿quién era aquella chica con aquellos proyectos? Extrañeza. Aquel viaje fue, también, aquel ensayo sobre arquitectura que le compré a l en la librería de un gallo para esculapio y que aproveché a leer en los sillones cómodos de ese bar.
Este viaje, el último, tiene el sabor de la canción de las ciudades, de matilde sánchez. Sobre todo, de la primera historia, la de holanda. Así, como dice la novela, que es una novela de viajes y de una viajera, el relato del viaje a holanda de sánchez está en la misma serie que mi buenos aires 2005. Una buenos aires contemporánea con toques de amsterdan 79. Y en la serie de este viaje y de la holanda de Sánchez, el bar en el que empecé a leerlo (ver un par de posts anteriores):
ascepcia absoluta
blanco bar vacío
vientre de ballena blanca con destellos de luz ultravioleta
mesas y sillas enfundadas en telas níveas
las mismas que tapan las ventanas
holanda blancura en buenos aires.
Está buena la utilización que hace Sánchez del concepto de serie para pensar el pasado, los viajes y sus memorias. En un viaje, el espacio, pienso, entonces, no tiene tanto que ver con unos límites geográficos o temporales sino más bien con una serie, heterogénea, deseante, que relaciona hitos sensoriales, imágenes, relatos y construye el lugar, la ciudad, como un lugar a construir, nunca como un destino prefijado por las guías turísticas. Pienso entonces en El turista accidental (la película de Kasdan, tristemente traducida al castellano como Un tropiezo llamado amor) y también, sobre todo, en Refugio para el amor la película de Bertolucci sobre El cielo protector de Paul Bowles, uno de los pocos casos en los que una película no eclipsa al libro que la inspira. El protagonista de Un tropiezo es un viajante que escribe libros de consejos para otros viajantes, tendientes a evitarles cualquier posible accidente. Recetas seguras para viajes previsibles. Hasta que llega el día en que el escritor de recetas seguras para viajeros que quieren seguridad, se enfrenta al accidente. En tanto, en la deliciosa Refugio para el amor, tres viajeros (y el mismo Bowles, que aparece en la película se encarga -si la memoria no me traiciona-de marcar la diferencia entre turista y viajero) emprenden un viaje a tierras ignotas del Africa, abiertos a lo desconocido. Dice Baudrillard: lo que buscamos en el viaje no es el descubrimiento ni el intercambio sino una desterritorialización blanda, una posesión por el mismo viaje, por la ausencia. "Como no sabemos cuándo vamos a morir, creemos que la vida es ilimitada...pero todo sucede un número limitado de veces", reflexiona Paul Bowles en la película de Bertolucci. No hay algo así como un cielo sólido capaz de protegernos (qué hermosos son los cielos de Bertolucci en Un refugio..., una película de cielos). El estado nómade nos enfrenta con el exotismo radical de lo otro y de nuestro propio yo. Sigo con la novela de viaje de la Sánchez, me gustó algo que escribió sobre la ciudad: la ciudad relatada ya no existe, "sólo el campo puede ser revisitado, la ciudad se levanta cada día -los cafés y los negocios, toda obra desaparece (...) Es enigmático cómo las sensaciones se van trenzando con el correr del tiempo. Hay un ir y venir del recuerdo, un lugar donde el pasado y el presente intarcambian sus materiales y producen ese efecto de certeza que podría llamarse iluminación... Se atrapa un cristal del pasado, se lo vuelve a perder. A esa percepcion excepcional de situaciones triviales yo lo llamaba serie de impresiones", dice Sánchez. (Pienso, el libro de feiling mientras saboreaba el sandwich de pan árabe tostado con jamón y queso en aquel café de la esquina de calle Belgrano, una siesta de sol). Una serie es caprichosa, indefinida, heterogénea, "disparos de la memoria", un olor con un color, un sabor, una serie excede cualquier intento clasificatorio, está fuera de toda institucionalización, abiertas máquinas deseantes, más sensoriales y emocionales que racionales. Las series regresan cuando menos lo esperamos, pueden evocarlas un cierto clima, una tonalidad en el aire, nunca sabemos cuál será el shifter que abrirá las puertas de la percepción la próxima vez. Son algo físico, afirman aquella máxima arltiana de que la única verdad es el cuerpo. El cuerpo y la gramática. En cada viaje, construimos una cartografía. A nuestro regreso, ya no reconocemos nuestra casa. No hay adónde regresar, sabe el viajero que alguna vez pretendió volver a alguna parte. Exiliados de nosotros mismos, expósitos ya la intemperie, aunque nos afanemos en levantar paredes, en techar los espacios, en construir refugios. Es el vértigo del viajero lo que libera su deseo. El viajero es aquel que pudo huir de su madre: "deseoso aquel que huye de su madre" como decía Lezama y sale a la ruta, sabiéndose extraño, desheredado, sale a construir su propia estirpe.
Este viaje, el último, tiene el sabor de la canción de las ciudades, de matilde sánchez. Sobre todo, de la primera historia, la de holanda. Así, como dice la novela, que es una novela de viajes y de una viajera, el relato del viaje a holanda de sánchez está en la misma serie que mi buenos aires 2005. Una buenos aires contemporánea con toques de amsterdan 79. Y en la serie de este viaje y de la holanda de Sánchez, el bar en el que empecé a leerlo (ver un par de posts anteriores):
ascepcia absoluta
blanco bar vacío
vientre de ballena blanca con destellos de luz ultravioleta
mesas y sillas enfundadas en telas níveas
las mismas que tapan las ventanas
holanda blancura en buenos aires.
Está buena la utilización que hace Sánchez del concepto de serie para pensar el pasado, los viajes y sus memorias. En un viaje, el espacio, pienso, entonces, no tiene tanto que ver con unos límites geográficos o temporales sino más bien con una serie, heterogénea, deseante, que relaciona hitos sensoriales, imágenes, relatos y construye el lugar, la ciudad, como un lugar a construir, nunca como un destino prefijado por las guías turísticas. Pienso entonces en El turista accidental (la película de Kasdan, tristemente traducida al castellano como Un tropiezo llamado amor) y también, sobre todo, en Refugio para el amor la película de Bertolucci sobre El cielo protector de Paul Bowles, uno de los pocos casos en los que una película no eclipsa al libro que la inspira. El protagonista de Un tropiezo es un viajante que escribe libros de consejos para otros viajantes, tendientes a evitarles cualquier posible accidente. Recetas seguras para viajes previsibles. Hasta que llega el día en que el escritor de recetas seguras para viajeros que quieren seguridad, se enfrenta al accidente. En tanto, en la deliciosa Refugio para el amor, tres viajeros (y el mismo Bowles, que aparece en la película se encarga -si la memoria no me traiciona-de marcar la diferencia entre turista y viajero) emprenden un viaje a tierras ignotas del Africa, abiertos a lo desconocido. Dice Baudrillard: lo que buscamos en el viaje no es el descubrimiento ni el intercambio sino una desterritorialización blanda, una posesión por el mismo viaje, por la ausencia. "Como no sabemos cuándo vamos a morir, creemos que la vida es ilimitada...pero todo sucede un número limitado de veces", reflexiona Paul Bowles en la película de Bertolucci. No hay algo así como un cielo sólido capaz de protegernos (qué hermosos son los cielos de Bertolucci en Un refugio..., una película de cielos). El estado nómade nos enfrenta con el exotismo radical de lo otro y de nuestro propio yo. Sigo con la novela de viaje de la Sánchez, me gustó algo que escribió sobre la ciudad: la ciudad relatada ya no existe, "sólo el campo puede ser revisitado, la ciudad se levanta cada día -los cafés y los negocios, toda obra desaparece (...) Es enigmático cómo las sensaciones se van trenzando con el correr del tiempo. Hay un ir y venir del recuerdo, un lugar donde el pasado y el presente intarcambian sus materiales y producen ese efecto de certeza que podría llamarse iluminación... Se atrapa un cristal del pasado, se lo vuelve a perder. A esa percepcion excepcional de situaciones triviales yo lo llamaba serie de impresiones", dice Sánchez. (Pienso, el libro de feiling mientras saboreaba el sandwich de pan árabe tostado con jamón y queso en aquel café de la esquina de calle Belgrano, una siesta de sol). Una serie es caprichosa, indefinida, heterogénea, "disparos de la memoria", un olor con un color, un sabor, una serie excede cualquier intento clasificatorio, está fuera de toda institucionalización, abiertas máquinas deseantes, más sensoriales y emocionales que racionales. Las series regresan cuando menos lo esperamos, pueden evocarlas un cierto clima, una tonalidad en el aire, nunca sabemos cuál será el shifter que abrirá las puertas de la percepción la próxima vez. Son algo físico, afirman aquella máxima arltiana de que la única verdad es el cuerpo. El cuerpo y la gramática. En cada viaje, construimos una cartografía. A nuestro regreso, ya no reconocemos nuestra casa. No hay adónde regresar, sabe el viajero que alguna vez pretendió volver a alguna parte. Exiliados de nosotros mismos, expósitos ya la intemperie, aunque nos afanemos en levantar paredes, en techar los espacios, en construir refugios. Es el vértigo del viajero lo que libera su deseo. El viajero es aquel que pudo huir de su madre: "deseoso aquel que huye de su madre" como decía Lezama y sale a la ruta, sabiéndose extraño, desheredado, sale a construir su propia estirpe.
extra! extra!
Fantasía: que llegue un día en el que entre a mi blog y lea los posts actuales y piense: pensar que alguna vez creí que nunca iba a poder salir de este lugar.
Planes próximos: salir de la oficina e ir a elegir un regalo para mi hijo que mañana cumple un año: un pata pata o algún instrumento musical, un xilofón... Anoche le hice su primera torta.
Ultimas de F: ahora, cuando lo levanto de su cuna, me pide que le ponga música, señalando su compactera y haciendo palmitas. Y entonces, empieza a cantar y a bailar. Luego se estira hasta las biromes, agarra una y busca con la otra un papel para hacer rayitas. Y empieza a las carcajadas. geeniooo.
La perla de todas las tardes: escucho, como todas mis tardes (de eso se trata mi trabajo, creo haberlo explicado en algún mail anterior) la emisora más popular de Córdoba, la que escuchan todos, esa que cuando entrás a cualquier negocio o pasás por un auto estacionado con la radio prendida, está puesta al mango. Es la hora del club del recuerdo. Entonces, el locutor estrella de cba va pasando música de los setenta, intercalándola con una reseña sobre la historia argentina de aquellos años, que parece sacada de la revista Gente.
Postales de mi ciudad: A un periodista se le ocurrió meterse con la policía de la época de la dictadura en Córdoba: con estos resultados. A otra periodista, se le ocurrió meterse con la actual policía de la provincia: con estos resultados.
Planes próximos: salir de la oficina e ir a elegir un regalo para mi hijo que mañana cumple un año: un pata pata o algún instrumento musical, un xilofón... Anoche le hice su primera torta.
Ultimas de F: ahora, cuando lo levanto de su cuna, me pide que le ponga música, señalando su compactera y haciendo palmitas. Y entonces, empieza a cantar y a bailar. Luego se estira hasta las biromes, agarra una y busca con la otra un papel para hacer rayitas. Y empieza a las carcajadas. geeniooo.
La perla de todas las tardes: escucho, como todas mis tardes (de eso se trata mi trabajo, creo haberlo explicado en algún mail anterior) la emisora más popular de Córdoba, la que escuchan todos, esa que cuando entrás a cualquier negocio o pasás por un auto estacionado con la radio prendida, está puesta al mango. Es la hora del club del recuerdo. Entonces, el locutor estrella de cba va pasando música de los setenta, intercalándola con una reseña sobre la historia argentina de aquellos años, que parece sacada de la revista Gente.
Postales de mi ciudad: A un periodista se le ocurrió meterse con la policía de la época de la dictadura en Córdoba: con estos resultados. A otra periodista, se le ocurrió meterse con la actual policía de la provincia: con estos resultados.
lunes, noviembre 14, 2005
Amo ba
De nuevo en la oficina, un cubo de calor agobiante y angustia porque no veo la forma de irme de acá y me siento como lou, de módica plenitud. Pero hoy tengo recent nice memories. El viernes partimos con l a buenos aires. Hacía un par de años que no estaba por allá, es raro lo que me ocurre cuando voy entrando a la ciudad: siento que llego a casa, sensación que no he logrado tener en mis últimos diez años en la que es, de hecho, mi ciudad. La bienvenida no fue de lo mejor, no había más localidades, todos los hoteles agotados. Recorrer avenida de mayo con mochila a cuestas, recalamos en lo de un amigo que nos cedió su cama. Y ventana con vista al río. L trabajó todo el día, así que: fui a la peluquería (una cagada el corte y el color que quedó después de querer tapar un color anterior, y yo que siempre quise mi pelo castaño y mis rulos!!!). ¿no podría haber procesado mi duelo por buenos aires de otra manera? Una más simbólica digo, y no esta que se me aparece como una castración irreparable. Ir hasta el bajo en colectivo por Corrientes a paso de hormiga "es que angostaron Corrientes" me dice uno de los que viajan conmigo. Llegar con calor al consejo de arquitectura para el acto de l, l que me dice: "te teñiste de negro?" y yo, ¿Quéeee? ¿me pintaron el pelo negro??? Luego, el día empezó a mejorar. Tenía tanto Buenos Aires por delante que todas las tragedias anteriores podían bien descansar en un cajón. Incluyendo el colectivo que nos había trasladado desde Córdoba que casi nos deja a pata en plena ruta.
Estos fueron los combos, rituales que suceden cuando una no tiene demasiado tiempo para tanto. Prefiero los viajes en los que hay muchos, demasiados días por delante en un lugar. Entonces, me puedo dar el lujo de dormir todo lo que quiera, hacer huevo otro tanto, leer en un bar toda una tarde, abierta ante el accidente de lo inesperado, perder el tiempo. Pero este fue un viaje más predecible (yendo de posta en posta, acumulando recuerdos, sensaciones y visiones, esa mezcla de ansiedad y de deseo.
viernes: lo típico, Puerto Madero, quedo con la boca abierta con la vista del río iluminado desde el puente al atardecer. Cafés, sol y lecturas. Camino, camino, me compro unas hawaianas y pongo en una bolsa las sandalias, sigo, corrientes, libros, kioscos de revistas, llegar hasta notorius. Coca cola y marlboro escuchando a billie holiday. buscar el disco de pinchevsky y no encontrarlo. Compro un par de saldos (el libro de matilde sánchez, un libro de viajes que empecé a leer con deleite). A la noche, voy a un bar en una esquina oscura de montserrat pero está cerrado. Me siento rara, es un bar blanquísimo, con luces violáceas que lo hacen más blanco aún, ascéptico, como un hospital, aquel hospital de la plata en el que visité a mis tres años, a mi abuela moribunda. Bessie Smith canta blues y yo estoy sola en el bar, salvo los dueños que comen en la barra. Estamos a puertas cerradas, con las cortinas que tapan el exterior. Leo, como en un sueño, envuelta en esa cápsula blanca. Afuera, un par de travestis hacen esquina, un kiosco abierto, un teléfono público en la puerta. Llega l y me saca del estado de ensueño. Vamos a recorrer bares y terminamos en el desnivel. Comí provoleta. Después, caminar y caminar por el empedrado hasta el bajo. Recuerdos de cuando era joven y enamorada y feliz.
sábado: palermo, martinis a piacere, bares varios (el taller, malasartes, los de siempre) leyendo un par de libros nuevos, charla con alemana que está de paso, sol, comprar unas babuchas negras comodísimas (no sé cómo voy a hacer para sacármelas, hace tres días que las llevo puestas y hasta las traje a mi oficina) entrar en cada uno de los lugares nuevos y de los viejos, darme cuenta de que ese pasaje con el tuve aquel sueño se llama Santa Rosa, gente, mucha gente, demasiada. very tipical mi paseo por ba, y sin embargo, siento un par de cosas grossas, como si caminara por un espacio paralelo condenado a convertirse en relato, narrado a medida que lo iba siendo vivido, o quizás, un desfasaje mínimo hacía que la narración fuera por delante de la experiencia misma. En malasartes suena mimí maura y esa noche, después de los tacos y quesadillas en cielito lindo, vamos con l a escucharla en vivo. Lugar privilegiado, cantar y bailar a morir. No quedan energías para escuchar el reggae a las 2 am. Me gusta la energía de mm.: "sola loca y confundida, miro al horizonte ya no veo, mas no me rindo a la agonía por más que pierda el corazon, aunque ya no tenga nada entrego mi alma sigo caminando sin rumbo final".
domingo: malba y los screen tests de warhol. Me impacta el rostro de la sontag, el instante de su mirada que mira desde el pasado. El tiempo pasado que mira este presente. Pienso en Levinas. El rostro del otro, en ese rostro se encuentra la muerte: “Hay aquí un final que siempre tiene la ambigüedad de una partida sin retorno, de un llegar a su fin, pero también de un escandalo (¿es realmente posible que esté muerto?) de la no-respuesta y de mi responsabilidad" (EL). Pienso también en la polémica que desató Del Barco. El rostro del otro que me interpela desde la muerte, la responsabilidad del sobreviviente. Camino un poco. Tomo aire. Bajo las escaleras y cambio de frecuencia. Pero esa mirada que no mi miraba a mí pero miraba, me mató. Me enamoro de unas libretitas (mi pasión) que venden en el malba, muy design, tapas negras duras, hojas cuadriculadas, el tamaño justo para tomar notas en la calle, una bandita elástica para cerrarla, 49$. Descarto comprarla, grrr Luego, un almuerzo al que no debería haber ido, compromisos laborales y familiares de l. No me gusta hacer esas cosas, dejé de hacerlas hace mucho tiempo. Me digo, es la última vez. Después ir a ver a mis amigos p y g, charlas intensas en pocas horas, mucho mucho afecto, sí, estoy en casa otra vez. Hasta las nueve. Tomar el subte (buenos aires es para mí también, y sobre todo, sus subtes) hasta Retiro y chau, cuándo volveré a casa, hasta cuándo el exilio. Sueno trágica. Y según mis sucesivos psicoanalistas, el lugar, la casa propia se construye desde la propia subjetividad o algo por el estilo. Pero no puedo contra esto. Amo ba.
jueves, noviembre 10, 2005
acepto sugerencias
por las dudas me decida a viajar, se aceptan sugerencias de bloggers que me recomienden hotel, bares y lugares, hace tanto que no estoy por allá!
¿Y si no me voy? cuando pase el seguro bajón inicial, disfrutar del fin de semana largo sola, ver amigos, ir de bares, leer, hamaca paraguaya, mmmm pensándolo mejor, ¿a qué hora sale el primer colectivo a la capital?
¿Y si no me voy? cuando pase el seguro bajón inicial, disfrutar del fin de semana largo sola, ver amigos, ir de bares, leer, hamaca paraguaya, mmmm pensándolo mejor, ¿a qué hora sale el primer colectivo a la capital?
indecisión
Si esta noche me animo, saco unos pasajes y me voy a bue-nos-ai-res hasta el domingo, yeahh!!! si me animo a dejar a mi bebé con su abuela, si me animo a pasarla bien un rato, si me animo a sacar plata del magro presupuesto que tengo para comprar un auto.... ufffffffff ¿¿¿qué haré???
miércoles, noviembre 09, 2005
tesis
Leyendo Tiempo Pasado, pienso que podría retomar para mi postergada tesis de maestría algunas cosas de mi tesis de grado que tuvo que ver con con epistemología de la historia y cómo pensar el pasado. El tema que elegí apenas terminé de cursar no me engancha: el concepto de seguridad en la prensa gráfica argentina (los tres principales diarios) en 2001. Por ahí, el año que viene, si mejoran mis ánimos y puedo cambiar este trabajo por algún otro que no me seque tanto la cabeza, retome mi tesis antes de sentirme completamente expulsada de todo aquello.
martes, noviembre 08, 2005
La vida que me alcanza
Finalmente, no ví manhattan. No tengo auto, el video más cercano está a diez cuadras y no tiene nada de nada, estoy sola con el bebé. Puse el disco de celeste carballo que estaba traspapelado en casa de mi vieja desde hacía años y me puse a bailar y a cantar con el inocente fran de público, que festejaba con carcajadas el show de su madre y cantaba a dúo. Después, charla con l, cena: arroz integral con berenjenas y tomates asados, cigarrillos y a la cama temprano. eSta mañana, la imaginación se pone a trabajar una vez más.
Mis compañeros de secundario quieren festejar los 20! años de nuestro egreso. Siempre me parecieron patéticos esos encuentros, sobre todo yo, que provengo del colegio alemán y siento que no tengo nada que ver con estos ex compañeros. Me puse a buscarlos en google, siguiendo la idea de piro. Casi ninguno aparece, salvo una médica y otra, en una carta de lectores que es de antología y que prometo postear más tarde, defendiendo lo indefendible, la censura que se hizo en córdoba de un artista plástico que pintó cómo el espíritu santo se cogía a la virgen maría para dar a luz a cristo. Esta ex compañera le escribe al intendente dando cuenta de su dolor por la pintura del artista en cuestión. Im-per-di-ble. Y entonces me doy cuenta cada vez de manera más clara de por qué siempre me sentí un sapo de otro pozo en la escuela y de por qué, durante 20 años le esquivé al bulto de las reuniones de fin de año con los ex compañeros. Aunque este año estoy con un poco de curiosidad, creo que puedo divertirme, pero no sé, también me da miedo sentirme patética o volver a conectarme con aquellos sentimientos de adolescente descolocada. Sigo siendo un bicho raro, una outsider (aunque un poco más adaptada, de hecho trabajo para el estado como quería mamá), la oveja negra de la familia (aunque con compañero e hijo que me redimen un poco), la que no se operó la nariz ni se tiñó de rubio ni vive en un country ni se casó con un millonario como se hubiera esperado de mí, en la escuela y en la familia. La que fue alumna diez (o nueve cuarenta) en el primario, secundario y dos carreras universitarias, pero hoy tiene un laburito de mala muerte que apenas le alcanza para comprarse, con suerte, un auto modelo 80. La rara, la hipona, la que por haber hecho juicios frente a situaciones injustas hoy es la oveja negra de los medios. Bueno, tanta autoconmiseración de víctima me está dando un poco de asquito. Acá lo dejamos. Esta fue otra entrega de la serie blog-terapia (o, volvé al diván nena, tus amigos y lectores te lo agradecerán).
Mis compañeros de secundario quieren festejar los 20! años de nuestro egreso. Siempre me parecieron patéticos esos encuentros, sobre todo yo, que provengo del colegio alemán y siento que no tengo nada que ver con estos ex compañeros. Me puse a buscarlos en google, siguiendo la idea de piro. Casi ninguno aparece, salvo una médica y otra, en una carta de lectores que es de antología y que prometo postear más tarde, defendiendo lo indefendible, la censura que se hizo en córdoba de un artista plástico que pintó cómo el espíritu santo se cogía a la virgen maría para dar a luz a cristo. Esta ex compañera le escribe al intendente dando cuenta de su dolor por la pintura del artista en cuestión. Im-per-di-ble. Y entonces me doy cuenta cada vez de manera más clara de por qué siempre me sentí un sapo de otro pozo en la escuela y de por qué, durante 20 años le esquivé al bulto de las reuniones de fin de año con los ex compañeros. Aunque este año estoy con un poco de curiosidad, creo que puedo divertirme, pero no sé, también me da miedo sentirme patética o volver a conectarme con aquellos sentimientos de adolescente descolocada. Sigo siendo un bicho raro, una outsider (aunque un poco más adaptada, de hecho trabajo para el estado como quería mamá), la oveja negra de la familia (aunque con compañero e hijo que me redimen un poco), la que no se operó la nariz ni se tiñó de rubio ni vive en un country ni se casó con un millonario como se hubiera esperado de mí, en la escuela y en la familia. La que fue alumna diez (o nueve cuarenta) en el primario, secundario y dos carreras universitarias, pero hoy tiene un laburito de mala muerte que apenas le alcanza para comprarse, con suerte, un auto modelo 80. La rara, la hipona, la que por haber hecho juicios frente a situaciones injustas hoy es la oveja negra de los medios. Bueno, tanta autoconmiseración de víctima me está dando un poco de asquito. Acá lo dejamos. Esta fue otra entrega de la serie blog-terapia (o, volvé al diván nena, tus amigos y lectores te lo agradecerán).
lunes, noviembre 07, 2005
insomnio
Y después de ese encuentro y de los recuerdos, volví a casa con tanta angustia que no pude dormir.
viernes, noviembre 04, 2005
ajjjj
Fin de semana bueno, me enteré de que mi caso (mi segundo juicio laboral a una empresa periodística) ha sentado precedente en el país para todos los periodistas que monotributan cuando deberían estar trabajando en blanco y que además, el caso es tomado como ejemplo en congresos de laboral. Una buena en medio de tener que estar trabajando para el fucking estado porque "el" único medio gráfico de esta ciudad me tiene en su lista negra. Pero cuánto querría que las cosas hubieran sido de otra manera! Igual, fue bueno recordar el juicio, mi ex jefe teniendo que reconocer la verdad ante la amenaza del juez de dejarlo en prisión después de su declaración.Recuerdos entre mi abogado, mis ex compañeros (quienes me sucedieron con sus juicios) y otros, entre muy buenos vinos y una tarde entre el verde y el arroyo. Qué tremendo pertenecer a esta generación, vivir en esta provincieta monopólica, tener que trabajar para el estado como única posibilidad.
Cuestionario
CUESTIONARIO CALVINO SEGÚN Max Aguirre y encontrado en Ficcionalista (agregué un par de items).
1. Libros que no has leído: La guerra y la Paz, El Quijote, En busca del tiempo perdido.
2. Libros que puedes prescindir de leer: Todo lo nuevo que llegue a publicar Sábato, los libros de Alejandro Rozichtner, los tipo Padre rico, padre pobre, Bucay, Mandino y cía.
3. Libros hechos para otros usos: Enciclopedias (al menos las que yo tengo y que me compró mi madre cuando era chica), algunos de pintura, cuyas contratapas a veces coloco sobre mi biblioteca para contemplar (los de tolouse lautrec, klimt, picasso).
4. Libros ya leídos sin necesidad siquiera de abrirlos pues pertenecen a la categoría de lo ya leído antes aún de haber sido escrito:
5. Libros que si tuvieras más vidas que vivir ciertamente los leerías también de buen grado, pero por desgracia los días que tienes que vivir son los que son: obras completas de lacan
6. Libros que tienes la intención de leer aunque deberías leer otros: Teoría estética de Adorno,
7. Libros demasiado caros que podrías esperar a comprarlos cuando los revendan a mitad de precio:
8. Libros que podrías pedir a alguien que te preste: The Pillow Book (sobre el que se basó Escrito en el Cuerpo de Greenaway),
9. Libros que todos han leído con que es casi como si también los hubieras leído:
10. Libros que hace mucho tiempo tienes programado leer: Los guiones de Woody Allen,
11. Libros que buscas desde hace años sin encontrarlos: No desde hace años, sino desde hace días, 86 cuentos de Monzó Quin, leí un par y me gustaron, Operación Masacre de Rodolfo Walsh (a este último lo busco en las bibliotecas de mis amigos, no sé a quién se lo presté y no lo devolvió jamás)
12. Libros que se refieren a algo que te interesa en este momento: road books de loosers americanos onda richard ford, richard yates, john cheever, Sam Shepard...; el último de la sarlo...
13. Libros que quieres tener al alcance de la mano por si acaso: I ching, Así hablo Zaratustra y la Gaya Ciencia de Nietzsche, Fragmentos de un discurso amoroso de Barthes, Microfísica del Poder de Foucault, la Etica de Spinoza, Velos de Helene Cisoux y Derrida y, como no podía faltar, Prosa Plebeya, de Perlongher, algo de Beckett
14. Libros que podrías apartar para leerlos a lo mejor el próximo verano: algo de Philip Dick, algo de Julian Barnes, Franny y Zooey de Salinger (recomendados por bloggers).
15. Libros que te faltan para colocarlos junto a otros libros de tu biblioteca: Ahora quiero comprarme Dios de las pequeñas cosas y otros que enumeré en un blog pasado como Intimidad de Kureishi. Y que me faltan por prestados y no devueltos: operación masacre de walsh, genealogía del poder de Foucault, aguafuertes porteñas de arlt (fue en una separación), uno de Girondo que espero que me devuelvan, varios de chandler, otro de dos passos, uno de sam shepard, idem idem idem
16. Libros que te inspiran una curiosidad repentina, frenética y no claramente justificable: Astrología (sí! me atacó la vena mística de mi ascendente pisciano)
17. Libros ya leídos hace tanto tiempo que sería hora de releerlos: Si una noche de invierno viajero, de Calvino, cuentos completos de Onetti, Ada o el ardor de Nabokov
18. Libros que has fingido siempre haber leído, mientras que ya sería hora de que te decidieses a leerlos de veras: El ser y la nada de Sartre
19. Ultimo libro leído: Proleterka de Fleur Jaeggy (antes fue Sábado de Mc Ewan y antes El Pasado de Pauls)
20. Libros que no pude terminar: El último de Hemingway,
21. Libros fetiche: Así hablo Zaratustra, de Nietzsche
1. Libros que no has leído: La guerra y la Paz, El Quijote, En busca del tiempo perdido.
2. Libros que puedes prescindir de leer: Todo lo nuevo que llegue a publicar Sábato, los libros de Alejandro Rozichtner, los tipo Padre rico, padre pobre, Bucay, Mandino y cía.
3. Libros hechos para otros usos: Enciclopedias (al menos las que yo tengo y que me compró mi madre cuando era chica), algunos de pintura, cuyas contratapas a veces coloco sobre mi biblioteca para contemplar (los de tolouse lautrec, klimt, picasso).
4. Libros ya leídos sin necesidad siquiera de abrirlos pues pertenecen a la categoría de lo ya leído antes aún de haber sido escrito:
5. Libros que si tuvieras más vidas que vivir ciertamente los leerías también de buen grado, pero por desgracia los días que tienes que vivir son los que son: obras completas de lacan
6. Libros que tienes la intención de leer aunque deberías leer otros: Teoría estética de Adorno,
7. Libros demasiado caros que podrías esperar a comprarlos cuando los revendan a mitad de precio:
8. Libros que podrías pedir a alguien que te preste: The Pillow Book (sobre el que se basó Escrito en el Cuerpo de Greenaway),
9. Libros que todos han leído con que es casi como si también los hubieras leído:
10. Libros que hace mucho tiempo tienes programado leer: Los guiones de Woody Allen,
11. Libros que buscas desde hace años sin encontrarlos: No desde hace años, sino desde hace días, 86 cuentos de Monzó Quin, leí un par y me gustaron, Operación Masacre de Rodolfo Walsh (a este último lo busco en las bibliotecas de mis amigos, no sé a quién se lo presté y no lo devolvió jamás)
12. Libros que se refieren a algo que te interesa en este momento: road books de loosers americanos onda richard ford, richard yates, john cheever, Sam Shepard...; el último de la sarlo...
13. Libros que quieres tener al alcance de la mano por si acaso: I ching, Así hablo Zaratustra y la Gaya Ciencia de Nietzsche, Fragmentos de un discurso amoroso de Barthes, Microfísica del Poder de Foucault, la Etica de Spinoza, Velos de Helene Cisoux y Derrida y, como no podía faltar, Prosa Plebeya, de Perlongher, algo de Beckett
14. Libros que podrías apartar para leerlos a lo mejor el próximo verano: algo de Philip Dick, algo de Julian Barnes, Franny y Zooey de Salinger (recomendados por bloggers).
15. Libros que te faltan para colocarlos junto a otros libros de tu biblioteca: Ahora quiero comprarme Dios de las pequeñas cosas y otros que enumeré en un blog pasado como Intimidad de Kureishi. Y que me faltan por prestados y no devueltos: operación masacre de walsh, genealogía del poder de Foucault, aguafuertes porteñas de arlt (fue en una separación), uno de Girondo que espero que me devuelvan, varios de chandler, otro de dos passos, uno de sam shepard, idem idem idem
16. Libros que te inspiran una curiosidad repentina, frenética y no claramente justificable: Astrología (sí! me atacó la vena mística de mi ascendente pisciano)
17. Libros ya leídos hace tanto tiempo que sería hora de releerlos: Si una noche de invierno viajero, de Calvino, cuentos completos de Onetti, Ada o el ardor de Nabokov
18. Libros que has fingido siempre haber leído, mientras que ya sería hora de que te decidieses a leerlos de veras: El ser y la nada de Sartre
19. Ultimo libro leído: Proleterka de Fleur Jaeggy (antes fue Sábado de Mc Ewan y antes El Pasado de Pauls)
20. Libros que no pude terminar: El último de Hemingway,
21. Libros fetiche: Así hablo Zaratustra, de Nietzsche