miércoles, noviembre 19, 2008

mañana de sol

Los otros días lo ví a mi ex psicólogo (al que quiero y respeto y del que he posteado en alguan oportunidad) y lo ví mal, con signos de decadencia física en su cuerpo. Me entristeció. Pensé en que tengo que llevarle a f para que lo conozca. Mi última sesión fue con f recién nacido en brazos y él tiene bastante que ver con que me haya conectado con mi deseo de ser madre, con que haya tomado la decisión, tema sobre el que ya alguna otra vez también posteé.
Mis trabajos me dan mucha satisfacción, aunque siempre me sienta en la cuerda floja, porque no son de esos trabajos estables, que garantizan relax y vacaciones pagas y un futuro seguro, salvo las pocas horas en la escuela. Ahora, por ejemplo, en diciembre y hasta abril, cae la demanda y eso me da mucho miedo, y parte de esta neurosis es lo que afectó mi relación con l, viendo lo que me cabe a mi de responsabilidad. Lo demás, son cuestiones suyas que espero vaya cambiando.
Decía, mi trabajo me da satisfacción. Esta semana salió editada la revista. Es una revista escolar, es cierto, pero este año pude hacerla a mi modo y la verdad es que está buena, tiene artículos de calidad. Ahora hago la prensa para una gran movida de unos 700 chicos que tomarán mañana la plaza principal de la ciudad en reclamo para que, entre otras cosas, la policía no pueda detenerlos arbitrariamente (el código de faltas cordobés es tremendo, pueden llevarse a un chico por "merodeo", por ejemplo) y para que puedan discutir sobre muchos temas que les afectan y sobre los que por ahora nadie les consulta. Hoy tuve mi último día de clases, hay varios ensayos producidos por mis alumnos que son buenísimos, estuve entusiasmando a un par para que los publique, que saquen libros... uno sobre cómo, al encarar el trabajo de la materia (la producción de una autobiografía y una reflexión teórica sobre la construcción ficcional del yo y su estatuto de verdad), fue descubriendo la "verdad" sobre un tío que había muerto a los 20 años y nadie le contaba cómo. dio con que el tío se había suicidado tras matar a su padre (el abuelo de este alumno) porque el padre había agredido a su madre. Espeluznante, sí, pero tan magistralmente contado! Otro ensayo autobiográfico que cuenta cómo, a partir de algunos interrogantes de la materia, fue investigando en cosas sobre sí mismo... bueno, tendría que transcribirlos. No pude parar de leerlos apenas llegué de la escuela, con un entusiasmo creciente y alegría, alegría de que hayan disfrutado tanto como yo.
Pienso en lo que digo y pienso en mi neurosis por el miedo al futuro, y en cuántas veces, este año, estuve tentada a volver a buscar un trabajo de seis horas, efectivo, estable... Pienso en lo que me rompió la cabeza tener un trabajo así (épocas en las que inicié este blog que fue, junto con los blogs que leía por entonces, mi tabla de salvación y un apoyo para salir de aquel infierno). El primer blog que descubrí, creo que nunca lo conté, fue el de Alamut. Un blog de un artista plástico holandés, en realidad, investigador y profesor universitario de artes o algo así. Lo seguí con pasión durante meses hasta que no volvió a abrir. Lo encontré de casualidad, un día en que buscaba por internet referencias a una casona italiana medio ignota en la que había veraneado un verano (allí pasé el último día del siglo pasado, fumada, embebida en champagne, las 12 sonaron en la gran pileta de la casona, con dos de mis mejores amigas, escuchando a luca prodan y, luego, tiradas mirando las enormes estrellas de traslasierra mientras reíamos sin parar). Buscando volver a aquel lugar (nos alojábamos en unas caballerizas devenidas cabañitas, con hogar a leña y sonido a patos y a caballos por las mañanas) fue que dí con alamut.
Luego, por esas casualidades, llegué a conocer a su mujer que vino a presentar una obra a Córdoba, en el marco de un festival latinoamericano de teatro que cubrí para clarín. La conocí es un decir, la ví de lejos y ví su obra, que la verdad, me pareció demasiado experimental y no me gustó mucho. Alamut y su mujer eran amantes de los baños sauna y de las piletas de natación. La obra se hizo en la pileta más grande de Córdoba, con una iluminación muy buena. Allí, gente común nadaba de una punta a la otra. Los espectadores nos poníamos auriculares y escuchábamos los pensamientos de los nadadores (los habían grabado), eran pensamientos comunes, cotidianos, como los que suelen escribirse en un blog.
Había otra obra, de una amiga de los alamut, una holandesa o canadiense, ahora no recuerdo, que sí me gustó. Esta era en una sala pequeña del teatro mayor de cba. Allí, una chica con su computadora como toda escenografía, escribía un blog. Yo, por ese entonces, casi ni sabía lo que era un blog (salvo por mis incursiones por alamut). Lo que ella escribía se podía leer en una pantalla gigante que oficiaba de fondo del escenario. Esto fue allá por el 2002. Alamut hablaba de libros, de películas, de sus proyectos artísticos, y yo envidiaba su vida, su tiempo para escribir, para leer... el tiempo libre en su casa.... En pocos años creo que he logrado algunas de las cosas que vivía alamut, sobre todo el tiempo, mucho tiempo. En aquel momento me parecía imposible para mí una vida parecida. Y después, no recuerdo cómo, quizás por una nota en un radar, llegó el blog de piro, wimbledon, y después link, y después, como a tanta blogger le pasó, llegó lola, y leerse en un día, de un tirón, todos sus posts y seguirla. Lo demás, está en los posts. Empecé a postear en el trabajo de seis horas que mencioné, allí abrí mi cuenta (en casa tenía internet por teléfono, imposible postear) y desde mi pc posteaba. El trabajo me lo permitía, consistía en hacer auditorías radiales, así que no tenía otra cosa que hacer que escuchar la radio y, de vez en cuando, escribir alguna nota que se difundía. Un embole total. No recuerdo la fecha del primero (ya me fijaré), pero creo que ya había nacido f., habrá sido el 2005. Capaz que coincidió con aquel fin de análisis.

miércoles, noviembre 12, 2008

Hoy

El enojo se va yendo y va dejando lugar a algo peor, la tristeza de irme dando cuenta de que por ahí esto de estar separados sea irremediable. Cuando me fui, en el fondo, guardaba una vaga sensación de que sería por un tiempo. Pero pasan los días y siento que no lo extraño. Extraño, sí, la vida cotidiana, los detalles, mi casa, mis objetos. Cuando la tristeza está por venir no la dejo instalarse. Por ahí lloro unos pocos minutos, nada más, como para que no se estanque. Y salgo y camino, camino, camino. volví a mi profesor de yoga de cuando tenía veinte años. Ayer llegué una hora antes a clase (caminando) y empecé a dar vueltas y vueltas por su barrio. Salí de la clase con energías. Todo es raro, me da miedo que f sufra. Estos días estuve corrigiendo trabajos de mis alumnos, unos ejercicios en que les pedía que hicieran listas de sus mejores y peores recuerdos. Entre los peores de muchos, estaban las peleas de sus padres, las separaciones. Por otro lado, desde que no estamos en la misma casa con su padre, la maestra de f nos hace notar lo bien que está en el jardín. Eso me hace pensar. En estas cosas ando por estos días, por eso no posteo (además, mi pc quedó en mi ex casa. Ahora, instalada proviosriamente en la casa de mi madre. Me cuesta, no puedo, postear en su pc.). Queda pendiente lo de cixous, tantas notas que quiero compartir con ustedes. Estoy con mucho trabajo, y en breve, los preparativos para el cumpleaños de f.
Perdonen la tristeza.