lunes, julio 28, 2008

Viernes en Tribunales Federales

Estuvimos en la plaza frente a Tribunales, escuchamos las sentencias con emoción, brindamos con champán. Pero. Que las merecidas sentencias en los juicios a Menéndez y compañía no sean otro Punto Final. Que no nos olvidemos que los sectores que los utilizaron para imponer un sistema económico y político triunfaron y se mantienen victoriosos en la democracia; que la cosa no se acaba en Menéndez y compañía; que buena parte de los argentinos apoyó la dictadura; que una encuesta en el programa más visto de la tv de Cba. (aunque no creo en las encuestas) dio como resultado que la mitad de los cordobeses no está de acuerdo con las sentencias. A continuación, una nota del siempre lúcido y valiente Caparrós.

Martín Caparrós
25.07.2008
Nunca hubiera pensado que alguna vez podía llegar a estar de acuerdo con el hijo de puta del ex general Luciano Benjamín Menéndez. Y sin embargo, ayer.Ayer, en su alegato final, el ex Menéndez, ex jefe de una de las unidades militares más asesinas, el Tercer Cuerpo de Ejército, hombre de cuchillos tomar y de presos matar, peroró en su defensa. Dijo, en síntesis, que las fuerzas armadas argentinas pelearon y ganaron para “evitar el asalto de la subversión marxista”. Y yo también lo creo.Con algunos matices. La subversión marxista –o más o menos marxista, de la que yo también formaba parte– quería, sin duda, asaltar el poder en la Argentina para cambiar radicalmente el orden social. No queríamos un país capitalista y democrático: queríamos una sociedad socialista, sin economía de mercado, sin desigualdades, sin explotadores ni explotados, y sin muchas precisiones acerca de la forma política que eso adoptaría –pero que, sin duda, no sería la “democracia burguesa” que condenábamos cada vez que podíamos. Por eso estoy de acuerdo con el hijo de mil putas cuando dice que “los guerrilleros no pueden decir que actuaban en defensa de la democracia”. Tan de acuerdo que lo escribí por primera vez en 1993, cuando vi a Firmenich diciendo por televisión que los Montoneros peleábamos por la democracia: mentira cochina.. Entonces escribí que creíamos muy sinceramente que la lucha armada era la única forma de llegar al poder, que incluso lo cantábamos: “Con las urnas al gobierno / con las armas al poder”, y que falsear la historia era lo peor que se les podía hacer a sus protagonistas: una forma de volver a desaparecer a los desaparecidos. Me indigné y, de tan indignado, quise escribir La voluntad para contar quiénes habían sido y qué querían realmente los militantes revolucionarios de los años sesentas y setentas.(A propósito: es la misma falsificación que se comete cuando se dice, como lo ha hecho Kirchner, que este gobierno pelea por realizar los sueños de aquellos militantes: esos sueños, está claro, eran muy otros. En esa falsificación, Kirchner y el asesino ex se acercan; ayer Menéndez decía que “los guerrilleros del 70 están hoy en el poder”, sin ver que, si acaso, los que están alrededor del gobierno son personas que estuvieron alrededor de esa guerrilla en los setentas y que cambiaron, como todo cambió, tanto en los treinta últimos años que ya no tienen nada que ver con todo aquello, salvo para usarlo como figura retórica.)Es curioso cómo se reescribió aquella historia. Hoy la mayoría de los argentinos tiende a olvidar que estaba en contra de la violencia revolucionaria, que prefería el capitalismo y que estuvo muy satisfecha cuando los militares salieron a poner orden. “Ostentamos el dudoso mérito en ser el primer país en el mundo que juzga a sus soldados victoriosos, que lucharon y vencieron por orden de y para sus compatriotas”, dijo el asesino –y tiene razón. Pero la sociedad argentina se armó un relato según el cual todos estaban en contra de los militares o, por lo menos, no tenían ni idea. Es cierto que no podían haber imaginado que esa violencia era tan bruta, tan violenta, pero había que ser muy esforzado o muy boludo para no darse cuenta de que, más allá de detalles espantosos, las fuerzas armadas estaban reprimiendo con todo.El relato de la inocencia mayoritaria se ha impuesto, pese a sus contradicciones evidentes. Los mismos medios que ahora cuentan con horror torturas y asesinatos las callaron entonces; los mismos partidos políticos que se hacían los tontos ahora las condenan; los mismos ciudadanos que se alegraban privada y hasta públicamente del retorno del orden ahora se espantan. Y todos ellos conforman esta masa de ingratos a la que se dirige el muy hijo de exputa: “Luchamos por y para ustedes” –les dice y, de hecho, los militares preservaron para ellos el capitalismo y la democracia burguesa. Pero la sociedad argentina se ha inventado un pasado limpito en el que unos pocos megaperversosasesinos como éste hicieron a espaldas de todos lo que ellos jamás habrían permitido, y les resulta mucho más cómodo. Como les resulta mucho más cómodo, ahora, indignarse con el ex que repensar qué hicieron entonces, a quién apoyaron, en qué los benefició la violencia de los represores, y lo fácil que les resultó, muchos años después, asombrarse, impresionarse e indignarse.El ex Menéndez es, sin duda, un asesino, y ojalá que se pudra en la cárcel. Es obvio que no es lo mismo la violencia de un grupo de ciudadanos que la violencia del Estado, pero es tonto negar que nosotros proponíamos la guerra popular y prolongada como forma de llegar al poder. Y también es obvio que la violencia de los militares no les sirvió sólo para vencer a la guerrilla: lo habrían podido conseguir con mucho menos.Durante mucho tiempo me equivoqué pensando que los militares habían exagerado: que la amenaza revolucionaria era menor, que no justificaba semejante despliegue. Tardé en entender que los militares y los ricos argentinos habían usado esa amenaza como excusa para corregir la estructura socioeconómica del país: para convertir a la Argentina en una sociedad con menos fábricas y por lo tanto menos obreros reivindicativos, para disciplinar a los díscolos de cualquier orden, y para cumplir con las órdenes reservadas del secretario de Estado USA, su compañero Kissinger, que les dijo en abril de 1976 que debían volver a convertir a nuestro país en un exportador de materia prima agropecuaria. Es lo que dijo el ex: “¡Y nosotros estamos siendo juzgados! ¿Para quién ganamos la batalla?”. Porque es cierto que la ganaron, y que su resultado principal no son estos juicios sino este país sojero.Ése es el punto en que casi todos se hacen los boludos. La indignación siempre fue más fácil que el pensamiento. Supongo que es mejor que muchos, para sentirse probos, prefieran condenar a los militares antes que seguir apoyándolos como entonces. Pero no deja de inquietarme que todo sea tan fácil y que sólo un asesino hijo de puta suelte, de vez en cuando, ciertas verdades tremebundas.


miércoles, julio 23, 2008

Algunas cosas que pasaron desde que dejé el blog:
*verano en la Ilha do mel, mucho mar, caminatas en la orilla, sol, los tres.
*dejé la tesis, quizás para siempre, no sé.
*Escribí muchas notas para el diario, hasta que se cortó (o lo corté con mis habituales boicots). Las notas estuvieron buenas, las disfruté.
*Empecé a dar clases en un secundario, sin programa prefijado. Lo disfruto. Pocas horas, semiòtica, talleres de escritura.
*Hice casi un año seguido de cinta en el gimnasio, con algunas intermitencias. Fue muy bueno para mi cabeza. Volveré.
*Comencé con las reformas en casa. Sigue sin gustarme mi piso color arena.
*Varias veces pensé en recomenzar terapia. Y todavía no.
*Empecé a trabajar en una ONG, a hacerles prensa. Un trabajo que me encanta, lo hago en casa, sale bien. El presupuesto que tienen para mí termina en un mes. Algo preocupada por lo que vendrá.
*Leí el camino del artista, recomendación de Laura. Me hizo tan bien. Lo abandoné cuando llegué al capítulo que habla de los recursos materiales. Todavía no puedo recomenzar. Tarea pendiente.
*Leí, ví películas, cociné alguna que otra cosa rica de vez en cuando, ví poco a mis amigos (mucho mail y teléfono).
*Pasé muchas horas con mi hijo. Quizás queriendo sanar a mi propia nena interna criada por niñeras y mucamas cero onda. No sé. No sé si está bien, si está mal. Pero tuve la suerte de pegar trabajos que puedo hacer en casa, al menos cuatro días a la semana. Al colegio voy tres horas a la semana. O sea que, sacando las tres horas que Fran va al jardín, el resto lo pasamos juntos. Quizás el año que viene empiece a desprender. Hasta ahora jamás lo ha cuidado una niñera.
* Fran entró en el colegio que queríamos. Fue una felicidad grande que saliera sorteado, porque no es fácil el ingreso.
* Quiero volver a escribir, a trabajar para un medio (no sé si "en"). Sé que es cuestión de volver a ponerme las pilas. Pero estoy exhausta con la obra. Por ejemplo, ahora, estamos durmiendo en el mismo cuarto de fran. Muchas cosas en cajas. Medio perdida, algo angustiada porque no hay dinero para terminar pronto con todo esto de las maderas y el polvillo dando vuelta.
*Mi casa, últimamente, son los blogs. Es el territorio que no cambia, que está ahí, que me permite evadirme por un rato de vivir en medio de una obra.
* Viajé varias veces a mi ciudad, Buenos Aires. Luis tuvo una obra allí por dos años, departamento en San Telmo. Disfrutamos, disfrutamos, disfrutamos. Quiero volver. Ya es hora.

martes, julio 22, 2008

yo es otra

Para los que me conocían de mi época anterior de blogger (de este mismo prosaplebeya), sí, soy mora.

Primera flor

Mañana gris, gente en casa poniendo los pisos de madera de los cuartos. Recluída en mi estudio, veo los árboles por detrás de la cortina de bambú. Escucho a Lizarazu. Mi tema (el que leí y después escuché en mi embarazo) Primera flor. Cuando estaba haciendo el trabajo de parto, escuchaba con los auriculares la radio y sonaron mis dos favoritos: Primera flor y Mañana en el Abasto. De más decir que disfruté de los pujos, aunque después fui a cesárea y "paré, para parir, por fin". Ayer me prestó el disco una amiga. Volví a escuchar, después de tres años y medio (la edad del Fran), Primera flor. Que en mi caso, será primera y única flor.

sábado, julio 19, 2008

Los mejores recuerdos y deseos de lo que va del año

Las mejores películas que ví este año fueron documentales:
Luca (después de leer la nota a su director en la Rolling Stone. Qué buena la foto de esa tapa, la hizo Hilda Lizarazu).
Fotografías, La televisión y yo, de Andrés Di Tella
Uno de mis temas este año es cómo construir una biografía, una autobiografía o los límites de esa posibilidad. Incluso lo propuse como eje en el colegio donde doy mis talleres de escritura y de semiótica. Me hace tan feliz dar clases (en las condiciones en que lo hago, sin programas ni controles) como escribir notas.
Fuimos a ver Luca al cineclub, la función era a la una de la mañana, después de tomar café con leche (hacía frío), vino malbec y queso de cabra en un barcito lindo, con varios extranjeros en las otras mesas. Luca, muerto hace ya 15 años, narra él mismo su propia biografía, como en aquellos biografemas de Barthes.
El mejor recital del año:
Vinieron parte de los Wailers, la banda de Bob Marley. Si tuviera que llevarme sólo un disco a una isla desierta, sería uno de Marley. Bailamos, cantamos, saltamos, dont worry, be happy.
Mis deseos más mundanos y carnales (existe otro tipo de deseo?):
una notebook, una sony dsc, un viaje a NYC con Luis, que me paguen por escribir (que vuelva a suceder), seguir dando (quizás más) talleres de escritura, volver a bailar tango...
Amo mi acacia, mi hamaca paraguaya, las tardes y las mañanas con mi hijo, la música y los libros, mi casa (aunque temo volver y no reconocerla, ahora que está con pisos nuevos y claritos. Quiero cambiarlos, poner pisos de madera, una alfombra...), desayunar al sol, baños de inmersión con velas, muchas plantas, mucho verde.

Retenciones y la falsa dicotomía. Opiniones en P12

jueves, julio 17, 2008

Café Lumiere


Ví Café Lumiere. Lenta. Lindas imágenes: trenes (homenaje a Ozu), cafés, ríos y puentes que los cruzan, librerías, libros, planos, mesitas bajas sobre alfombras donde tomar el té, ocres.

Mañana

Es de noche, vino Luis, pediremos delivery de pizza. Mañana viene a jugar un amigo de Fran. Aprovecharé a trabajar un poco y capaz que postee algo de estos últimos tiempos. Por ahí, algunas cosas escritas en el diario que llevé hasta que volví de las vacaciones y todo se volvió a desconectar, como a veces pasa.
Extraño mi casa, pero tengo miedo de volver. Me asusta el piso arena. Irracional, no sé. Me asusta no volver a encontrarme en esa nueva escenografía. Como me pasa cada vez que me compro un par de zapatos, quiero cambiarlo. Tendría que estar feliz, pensando en cómo seguir decorando los espacios a la vuelta, entusiasmada. Y sin embargo, esta mezcla de angustia y ansiedad. Miedo a que sea una casa fría, con ese piso tan claro, a que deje de ser acogedora (antes tenía contrapiso lleno de tierra al minuto de barrer, un asco, pero eso sí, oscurito).

Mi hijo hoy


volver

Pasaron muchas cosas desde el último blog. Decidí volver a apostar en la pareja, dejé mi tesis. Cumplí 40. Tengo un trabajo más relajado, mejor pago, casi todo el tiempo en casa... Ahora estoy de reformas, puse un piso y no duermo desde hace noches porque no me gusta (es arena, nunca me gustaron los pisos claros, fui a elegirlo con mi mamá, influyó en la decisión, quisiera haber puesto el tabaco... ). Confundo, me confundo, digo llamo "mi casa" a la de mi mamá, en la que estoy alojada con francisco desde hace dos semanas, hasta que terminen de poner los pisos en mi casa y cuando hablo con luis, le digo "tu casa" cuando en realidad me refiero a nuestra casa. Muchas cosas internas moviéndose, yo sin terapia y escribir blog me relaja, es mi catarsis, sepan perdonar los lectores.
Pasando a otros temas, prometo, "me prometo" juntar dinero, después de salir de todos los gastos de hacernos nuestra casa, para comprarme una sony dsc y poner fotos, que mi blog si no es un plomazo lleno de caracteres y sin imágenes. Leo blogs todos los días, el de mer, linkillo, el de laura, el de uralita, el de charlotte, el de chili, patala, rosario... Ellas no lo saben porque casi nunca escribo un comment. Si lo hago, pongo mi nombre real, que no es Mora. Extraño las cosas tienen movimiento, el de lola...