Mañana
Es de noche, vino Luis, pediremos delivery de pizza. Mañana viene a jugar un amigo de Fran. Aprovecharé a trabajar un poco y capaz que postee algo de estos últimos tiempos. Por ahí, algunas cosas escritas en el diario que llevé hasta que volví de las vacaciones y todo se volvió a desconectar, como a veces pasa.
Extraño mi casa, pero tengo miedo de volver. Me asusta el piso arena. Irracional, no sé. Me asusta no volver a encontrarme en esa nueva escenografía. Como me pasa cada vez que me compro un par de zapatos, quiero cambiarlo. Tendría que estar feliz, pensando en cómo seguir decorando los espacios a la vuelta, entusiasmada. Y sin embargo, esta mezcla de angustia y ansiedad. Miedo a que sea una casa fría, con ese piso tan claro, a que deje de ser acogedora (antes tenía contrapiso lleno de tierra al minuto de barrer, un asco, pero eso sí, oscurito).
Extraño mi casa, pero tengo miedo de volver. Me asusta el piso arena. Irracional, no sé. Me asusta no volver a encontrarme en esa nueva escenografía. Como me pasa cada vez que me compro un par de zapatos, quiero cambiarlo. Tendría que estar feliz, pensando en cómo seguir decorando los espacios a la vuelta, entusiasmada. Y sin embargo, esta mezcla de angustia y ansiedad. Miedo a que sea una casa fría, con ese piso tan claro, a que deje de ser acogedora (antes tenía contrapiso lleno de tierra al minuto de barrer, un asco, pero eso sí, oscurito).
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