cotidianas
Hoy estaba entrando en la facultad y ví un stencil: grupo clarín, con el muñequito de clarín. Primero, no entendía adónde estaba la gracia. Después de un rato de observarlo, veo que en vez de clarín tenía una botella con algo espirituoso.
Recién traigo a f de la guardería, desde que estoy más en casa está muy pegoteado y cariñoso y no deja que me siente en la pc ni que hable por teléfono. Esta mañana, mientras hablaba por teléfono, un silencio inusual: había aprovechado para vaciar el contenido de todos los saquitos de té en el piso. Instantánea de su cara, aquí. Otra instantánea: esta mañana, también, solo en el jardín (yo lo observaba desde mi pc), sentado en la reposera, comiendo una galletita, y señalando los pájaros del árbol que cantaban, como extasiado: "pi pí, pi pí".
Una de las cosas que me compraría si tuviera algo más que los diez centavos que quedan en mi cuenta bancaria: una cámara digital (nunca me gustó sacar fotos y tengo mis máquinas archivadísimas, pero ahora sí que me gustaría una digital).
Otras cosas que haría: masajes todas las semanas, libros que tengo en la lista de mi agenda... bueno, no son tantos mis antojos ni tan caros (bueno, si sacamos el viaje a NYC, claro). Hace años que no paso tanto tiempo sin trabajo (ya van casi cuatro meses) y con el dinero tan justo.
Por otro lado, abril ha sido un mes de visitas, varias idas y venidas al aeropuerto, muchos encuentros y despedidas, muchas fiestas, vino y rocanrol. Primero, C y H de Alemania, su primer viaje después de los tres años que llevan viviendo allá. Fue una semana de acostarnos todas las noches con las primeras luces del día, muchos abrazos, fernets y baile hasta el amanecer. (bandas de sonido: las pelotas, redondos, divididos, la vela puerca, nick cave, lou reed).
Después, F, el hijo de luis, se fue a europa. Así que
otras fiestas, esta vez más tranquilas y familiares, recorridos imaginarios entre mapas y planos y algunas corridas de último momento que alguna vez postearé. (bandas de sonido: the cure, skay).
Después, l recibió visitas de madrid, así que otra vez encuentros intensos de pocas horas, con amigos que hace años no se ven, sabiendo que quizás pasen años sin volver a ver. (b. de s. orishas, mimí maura, compay segundo, el último tema de kill bill II, el de la japonesa).
También vino de españa el hermano de k, esta vez encuentros sin tanta emoción pero con muchos asados, música, vinos y mates de sobremesa. (b de s: moby, partido de fútbol ya no recuerdo cuál, charly).
Ah, y J, que se fue a brasil -una despedida un tanto accidentada, casi bajo la piedra-, banda de sonido: f imitando al perro de su vecino.
Desde hace unos días no dejo de escuchar la música que ponía Almodovar cuando escribió una de mis películas favoritas: hable con ella. Me gusta sobre todo el tema de albert pla. El disco se llama viva la tristeza y está siendo mi banda sonora de estos días. Espero que se estrene pronto su película sobre la mancha.
Otra cosa que hago en estos días sin trabajo es ver toneladas de películas cuando F se duerme y nos quedamos con la casa en silencio. Descubrí un nuevo videoclub en el barrio, fue mi alegría del día.
También estoy dedicándome un tiempo: volví a terapia (con una mujer, veremos), estoy sacándome unas manchas de la cara, limpiando dientes, tratando de hacer un poco de dieta para ese par de kilos que quedaron cuando nació f, corte de pelo, ropa, botitas y cartera nueva (regalos de cumpleaños). Sin embargo, todavía no logro verme linda, será el cansancio, la incertidumbre por mi presente laboral, no sé. Me cuesta disfrutar esta etapa en la que parece que están dadas casi todas las condiciones para ser por un rato feliz. Qué faltaría: un poco de dinero, alguna certeza de que en no mucho tiempo podré reinsertarme a laburar en algo que me guste, verme mejor en el espejo... no es poco
Desde hace varios días varias personas (periodistas o gente muy relacionada al ramo) me comentan, casualmente, lo bueno que está el diario xx (donde se supone que dejé de colaborar por motus propio hasta nuevo aviso). Lo dicen sin saber que yo he tenido o tengo alguna relación con ese diario, es decir, son comentarios desinteresados. Me llama la atención, porque la verdad es que no logro, por más empeño que ponga, verle algo atractivo al medio en cuestión.
f se acaba de dormir al lado mío, en el piso, con su mamadera en una mano y su ratita en la otra, como un cachorro. ¡y se puso un almohadón debajo de su cabeza!
Recién traigo a f de la guardería, desde que estoy más en casa está muy pegoteado y cariñoso y no deja que me siente en la pc ni que hable por teléfono. Esta mañana, mientras hablaba por teléfono, un silencio inusual: había aprovechado para vaciar el contenido de todos los saquitos de té en el piso. Instantánea de su cara, aquí. Otra instantánea: esta mañana, también, solo en el jardín (yo lo observaba desde mi pc), sentado en la reposera, comiendo una galletita, y señalando los pájaros del árbol que cantaban, como extasiado: "pi pí, pi pí".
Una de las cosas que me compraría si tuviera algo más que los diez centavos que quedan en mi cuenta bancaria: una cámara digital (nunca me gustó sacar fotos y tengo mis máquinas archivadísimas, pero ahora sí que me gustaría una digital).
Otras cosas que haría: masajes todas las semanas, libros que tengo en la lista de mi agenda... bueno, no son tantos mis antojos ni tan caros (bueno, si sacamos el viaje a NYC, claro). Hace años que no paso tanto tiempo sin trabajo (ya van casi cuatro meses) y con el dinero tan justo.
Por otro lado, abril ha sido un mes de visitas, varias idas y venidas al aeropuerto, muchos encuentros y despedidas, muchas fiestas, vino y rocanrol. Primero, C y H de Alemania, su primer viaje después de los tres años que llevan viviendo allá. Fue una semana de acostarnos todas las noches con las primeras luces del día, muchos abrazos, fernets y baile hasta el amanecer. (bandas de sonido: las pelotas, redondos, divididos, la vela puerca, nick cave, lou reed).
Después, F, el hijo de luis, se fue a europa. Así que
otras fiestas, esta vez más tranquilas y familiares, recorridos imaginarios entre mapas y planos y algunas corridas de último momento que alguna vez postearé. (bandas de sonido: the cure, skay).
Después, l recibió visitas de madrid, así que otra vez encuentros intensos de pocas horas, con amigos que hace años no se ven, sabiendo que quizás pasen años sin volver a ver. (b. de s. orishas, mimí maura, compay segundo, el último tema de kill bill II, el de la japonesa).
También vino de españa el hermano de k, esta vez encuentros sin tanta emoción pero con muchos asados, música, vinos y mates de sobremesa. (b de s: moby, partido de fútbol ya no recuerdo cuál, charly).
Ah, y J, que se fue a brasil -una despedida un tanto accidentada, casi bajo la piedra-, banda de sonido: f imitando al perro de su vecino.
Desde hace unos días no dejo de escuchar la música que ponía Almodovar cuando escribió una de mis películas favoritas: hable con ella. Me gusta sobre todo el tema de albert pla. El disco se llama viva la tristeza y está siendo mi banda sonora de estos días. Espero que se estrene pronto su película sobre la mancha.
Otra cosa que hago en estos días sin trabajo es ver toneladas de películas cuando F se duerme y nos quedamos con la casa en silencio. Descubrí un nuevo videoclub en el barrio, fue mi alegría del día.
También estoy dedicándome un tiempo: volví a terapia (con una mujer, veremos), estoy sacándome unas manchas de la cara, limpiando dientes, tratando de hacer un poco de dieta para ese par de kilos que quedaron cuando nació f, corte de pelo, ropa, botitas y cartera nueva (regalos de cumpleaños). Sin embargo, todavía no logro verme linda, será el cansancio, la incertidumbre por mi presente laboral, no sé. Me cuesta disfrutar esta etapa en la que parece que están dadas casi todas las condiciones para ser por un rato feliz. Qué faltaría: un poco de dinero, alguna certeza de que en no mucho tiempo podré reinsertarme a laburar en algo que me guste, verme mejor en el espejo... no es poco
Desde hace varios días varias personas (periodistas o gente muy relacionada al ramo) me comentan, casualmente, lo bueno que está el diario xx (donde se supone que dejé de colaborar por motus propio hasta nuevo aviso). Lo dicen sin saber que yo he tenido o tengo alguna relación con ese diario, es decir, son comentarios desinteresados. Me llama la atención, porque la verdad es que no logro, por más empeño que ponga, verle algo atractivo al medio en cuestión.
f se acaba de dormir al lado mío, en el piso, con su mamadera en una mano y su ratita en la otra, como un cachorro. ¡y se puso un almohadón debajo de su cabeza!