miércoles, septiembre 10, 2008

Tomado del blog "lamalamadre"


Tal cual, pero tal cual, así soy yo como madre. Qué bueno es encontrar de vez en cuando un post así. Fíjense:

Del blog lamalamadre.blogspot
Catalogo
Este grupo se fundó en sus comienzos fruto de una primera conversación –en la puerta de un colegio- entre dos mujeres que se reían de tener que ir al día siguiente a la reunión de "graduación" (??¿¿) de sus hijos en preescolar. Ocurrió –como ocurren esas cosas entre las mujeres- que metiéndose fichas mutuamente la cosa derivó en compartir el rechazo absoluto de participar en lo que las autodenominadas "mamis del cole" daban en llamar "Bailando por un Presco" como performance a brindar durante la “graduación” frente a un auditorio repleto de padres, docentes, señora directora, personal de maestranza, alumnos…

De alli surge un mail en el que se afianzan las coincidencias, varias otras madres que se pliegan al grupo, una inestimable amistad y este blog.


Descripción aproximada: somos madres que no dudaríamos en morir por nuestros hijos pero que encontramos un límite allí donde tantas otras no. Tenemos una linda vida, entusiasmo y placeres. Tenemos problemas y no son que el “nene no me come”, son Pro-ble-mas. Aun así mantenemos la ironía, las amigas y el Alplax a mano.

Ah, mala madre es una forma de nombrarnos, pero jamas una autoacusación, nada de eso!

Para saber si sos una digna integrante de este blog te acercamos una suerte de catálogo fenomenológico de aquellas cuestiones presentes en una verdadera mala madre.

En el embarazo estuviste feliz pero no te sentiste "más completa" ni "quisiste que durara para siempre" ni coincidiste en que fuera "el mejor estado de la mujer".
La maternidad te pudo haber cambiado un par de cositas pero, básicamente, seguís pensando las mismas cosas que antes.
Cuando tu hijo es bebé no entendés hasta bien entrados los meses qué le pasa: NO SABéS reconocer el llanto. Puede ser pis-caca-molestia-calor-pedos-hambre o lo que sea, entonces probás cual ensayo y error ponerle y sacarle el saquito hasta que el pibe se tira un gas horrible y se calla...ajá, recién ahí te diste cuenta.
No te emocionaste comprando miles de batitas. Los conejos siguen sin gustarte. No te pusiste enterito en el embarazo. Ni remeras de "Baby on board".
No llevaste al sanatorio un bolso con ositos.
No sabés cómo sacar las manchas de óleo calcáreo que perdurarán en tu ropa hasta la adolescencia de los críos.
No te sale de una el provechito.
Ni el bailecito que tan bien le sale a alguna otra -una especie de adelante-atrás muuy natural- que aunque en mi caso tengo encima diez años de danza no logré imitar, aunque me salían bastante decentes series complejas de Martha Graham.
No le ataste una cinta roja a la muñeca.
No te preocupó quien lo levantaba y si tenía o no lavadas las manos.
No hiciste silencio loco cuando dormía.
Lo sacaste a casa de amigos que fumaban, de todo, mucho y sólo lo alejaste unos metros.
De más grandecito nunca supiste cuánto sol tiene que hacer para que justifique el gorrito.
No pasaron a gustarte todos los niños. Te gustan hasta el paroxismo los tuyos, muchisimo tus sobrinos, mucho-mucho los de algunos amigos y allí se acaba la cuenta.
No lográs transformarte en la madre "Piñón Fijo" en que se se transforman otras, ni seguís sus amables consejos: "Y comprá en la mercería cintas de colores de varios tamaños y telas. Ponés música y le das las cintas y las telas y ellos vas a ver cómo se enganchan!! O." jugamos toda la tarde!! Le hice un avión con una botella de agua mineral, y le hice títeres desde el pasaplatos!! Estaba chocha la gorda!!" No sólo se te ocurren ideas de muerte sobre esas adorables señoras sino que pensás qué al pedo que están y te conmiserás por esos pobres chicos teniendo a la tarada de la madre haciéndole el circo en casa.
No terminás yendo nunca a matro natación, ni al curso de audiopercepción, ni al maravilloso método japonés para que a los 5 toque el piano, aunque te gustaría, no lográs creerle a las células madre criogenadas ni le comprás los cd de english for babies.
No te matás la cabeza ni la billetera para los cumpleaños.
Te negás a comprarle toda la ropa de marca. Alguna sí y en Córdoba. Las medias de la boliferia son insuperables.
No llegás mucho antes a buscarlos al colegio ni te quedás después charlando.
No mirás todos los días el cuaderno de comunicaciones y la maestra te espera en la puerta para que pagues la excursión y le firmes la autorización antes de que el niño suba a ese micro que OH! Lo está esperando a él porque... llegaste tarde!!
La mala madre se suelen acompañar de otras malas madres, amigas sin hijos y padres freaks.

1 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

En algunas me identifico, en otras no.
Odio mirar el cuaderno de comunicaciones.
En el cole saludo en general, algunas son mis amigas y una red de apoyo cuando no llegas a buscarlos y alguna te salva.
Del humo los alejo porque yo nunca fume y me da asco el cigarillo.
Y debo decir que yo si cambie para siempre,tuve mi primer chico a los 17 y me descubri una madre muy protectora, del tipo leona, me cambio cuidar cachorros, me arriesgo menos y esas cosas.
pero jamas me preocupara que no coman, cuando tengan hambre comeran.
Lo que si comparto es que necesito intereses propios que me enriquezcan como persona y también como madre.
Besitos y buen finde

9:44 p. m.  

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