martes, diciembre 20, 2005

verano

Inauguramos temporada oficial. Pelopincho, reposera y sillitas debajo de la sombra de la acacia, a full. Este año no habrá mar. Y menos, carpa: poca plata, bebé de un año. No me disgusta para nada unos días en casa, teléfono desconectado, libros y pileta. Sobre todo si me saliera lo de trabajar en enero en casa y también si saliera el laburo bueno para el año próximo. Entonces, ya no faltaría casi nada para estar feliz. O sí: que mejoraran las cosas con l. Se acerca fin de año y veo engrosarse la lista de deseos.

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