Contra los escritores que quieren "dar cuenta de su tiempo"
Una novela no es una crónica. No lo es ni tiene por qué aspirar a serlo.
Guillermo Piro, tanto en los inrockuptibles como en los Trabajos Prácticos, lo dijo mejor que yo, que intenté decir por qué no me gustó Sábado en un blog anterior. Aquí va. "El modo que había encontrado Arno Schmidt para dar cuenta de su tiempo consistía en nombrar productos, uno tras otro, en todo momento. Un batería de productos: detergentes, lavarropas, heladeras, jabones, autos… Una novela histórica del año 1954… Lo mismo hace McEwan con Saturday (...)Lo que hace McEwan es cambiar lavarropas por Saddam, heladeras por 11 de septiembre, y así sucesivamente" GP.
Guillermo Piro, tanto en los inrockuptibles como en los Trabajos Prácticos, lo dijo mejor que yo, que intenté decir por qué no me gustó Sábado en un blog anterior. Aquí va. "El modo que había encontrado Arno Schmidt para dar cuenta de su tiempo consistía en nombrar productos, uno tras otro, en todo momento. Un batería de productos: detergentes, lavarropas, heladeras, jabones, autos… Una novela histórica del año 1954… Lo mismo hace McEwan con Saturday (...)Lo que hace McEwan es cambiar lavarropas por Saddam, heladeras por 11 de septiembre, y así sucesivamente" GP.
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