Hoy hace muucho calor, son las cinco y media de la tarde y la canícula no da respiro. Pasé la tarde reproduciendo reportes de los incendios forestales que llegan desde las sierras. Tremendo pensar en esas llamaradas de hasta quince metros de altura arrasando con bosques y, en un par de casos, viviendas. Qué llueva!
Entre medio, leo con fervor las columnas de elsa kalish (tengo varias atrasadas), aunque en una leo que la critica a maría pía por ser una aburrida chica de letras, la perdono y me divierto a mares. Aguda kalish.
Tengo pilas de libros para leer (primero, deberé comprarlos, claro, o ponerlos en mi wish list de regalos, o bien, organizarme unas cuantas mañanas en el ateneo). Libros en su mayoría, recomendados en mi blogósfera, aunque también algunos descubiertos en La Mano (voy a ver si me suscribo, la primera y única revista de mi generación (crisis, fin de siglo -en la que trabajé en una segunda y fallida etapa-, cerdos primera época, expreso imaginario, todas ellas son de la generación anterior a la mía) que siento "mía") o por otra vía.
Paso a enumerar, a ver si el conjuro de la palabra escrita materializa alguna cual vibhuti:
-the good of small things - Arundhatu Roy
-Cartas completas de Cortázar
-El último de la Iparraguirre
-Tokio blues
-Sara Gallardo, Enero
-el último de la Sarlo
-Rock springs, de Richard Ford
-Quin Monzó. 86 cuentos. Anagrama
-Inglaterra, inglaterra, de Julián Barnes y otros de Barnes a quien todavía no he leído
-Kureishi. Intimidad (hojée el último libro de Kureishi hace unos días, el autobiográfico, me gustó)
Ahora, suena cacho castaña en la emisora, acaba de confesarle a Rony (Rony Vargas, locutor estrella de LV3) que para escribir Café La Humedad no se tomó, precisamente, una ensalada de frutas. Sigue el calor intenso y no veo la hora de ir a buscar a f a su guardería y empezar el fin de semana. ¿proyectos? quedarme en casa, fresquita, leyendo y haciendo nada. Susan dijo que mañana, 22, es mi mejor día del año. Veremos hasta cuándo le seguiré dando crédito a Susan o bien decidiré tirar todo este asunto de las predicciones a la basura. Susan, es tu última oportunidad. Te lo dije.
Entre medio, leo con fervor las columnas de elsa kalish (tengo varias atrasadas), aunque en una leo que la critica a maría pía por ser una aburrida chica de letras, la perdono y me divierto a mares. Aguda kalish.
Tengo pilas de libros para leer (primero, deberé comprarlos, claro, o ponerlos en mi wish list de regalos, o bien, organizarme unas cuantas mañanas en el ateneo). Libros en su mayoría, recomendados en mi blogósfera, aunque también algunos descubiertos en La Mano (voy a ver si me suscribo, la primera y única revista de mi generación (crisis, fin de siglo -en la que trabajé en una segunda y fallida etapa-, cerdos primera época, expreso imaginario, todas ellas son de la generación anterior a la mía) que siento "mía") o por otra vía.
Paso a enumerar, a ver si el conjuro de la palabra escrita materializa alguna cual vibhuti:
-the good of small things - Arundhatu Roy
-Cartas completas de Cortázar
-El último de la Iparraguirre
-Tokio blues
-Sara Gallardo, Enero
-el último de la Sarlo
-Rock springs, de Richard Ford
-Quin Monzó. 86 cuentos. Anagrama
-Inglaterra, inglaterra, de Julián Barnes y otros de Barnes a quien todavía no he leído
-Kureishi. Intimidad (hojée el último libro de Kureishi hace unos días, el autobiográfico, me gustó)
Ahora, suena cacho castaña en la emisora, acaba de confesarle a Rony (Rony Vargas, locutor estrella de LV3) que para escribir Café La Humedad no se tomó, precisamente, una ensalada de frutas. Sigue el calor intenso y no veo la hora de ir a buscar a f a su guardería y empezar el fin de semana. ¿proyectos? quedarme en casa, fresquita, leyendo y haciendo nada. Susan dijo que mañana, 22, es mi mejor día del año. Veremos hasta cuándo le seguiré dando crédito a Susan o bien decidiré tirar todo este asunto de las predicciones a la basura. Susan, es tu última oportunidad. Te lo dije.
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